La mano, nuevo 'enemigo' de Nadal en su eterna lucha contra lesiones previo al AMT

Nadal ha batallado con las lesiones, pero nunca pensó en bajarse de Acapulco para enfocarse en Indian Wells.

Ni los mejores vinos añejan de la manera en que lo hace Rafael Nadal. La carrera del español ha sido violentada por un sinfín de lesiones y aunque sus 32 años deberían pesarle más que a cualquier otro ser humano dada la exigencia que le imprime a su cuerpo, él añeja diferente.

El segundo mejor tenista del mundo según el ranking ATP debutará mañana en el Abierto Mexicano de Tenis luego de otra odisea fuera de las canchas debido a una lesión en la rodilla que lo mermó desde el US Open 2018, pasando por una tortuosa participación en el pasado Australian Open, su última aparición en las pistas hasta ahora.

“En cuanto a lo mental es fácil de asimilar porque no fue una derrota dura mentalmente (en la Final de Melbourne ante Djokovic) y menos viniendo después de cuatro meses sin competir. Entonces Australia es positivo, tomé días de descanso y vine justito, no he podido entrenar mucho pero estoy feliz de estar en Acapulco y de entrenar esta tarde, espero estar preparado para mañana”, dijo en conferencia de prensa.

El de Manacor se refugió unos días antes en Cozumel, uno de los lugares "tocados" para rendirle tributo a ese templo sagrado que es su cuerpo. No obstante, justo ahí, unos días antes del AMT, una nueva lesión encendió las alarmas, aunque nunca le pasó por la cabeza bajarse de Acapulco para guardar su mejor versión para Indian Wells.

“Yo intento cuidarme, jugué pocos torneos el año pasado, busco economizar partidos y las formas de alargar mi carrera, pero van pasando cosas que no puedo controlar. Hice un mal gesto con la mano en Cozumel y hoy es el primer día que pude entrenar, son cosas que ocurren y están fuera del control de uno mismo, pero estoy feliz de haber entrenado, espero que la energía del público me ayude a encontrar el nivel que no he podido en los entrenamientos”, reveló.

Pero los nervios de Nadal son de acero y su paciencia de titanio, pues a pesar de que las lesiones han sido un rival casi tan feroz como lo ha sido Federer en su carrera, ha sabido salir avante y silenciar a quienes le advertían que su carrera sería breve y lo llamaban de cristal.

Es verdad que me he lesionado mucho, más que otros rivales mío, pero llevo desde 2005 sin salir de Top 15, eso dice que mis lesiones tampoco me llevan tantos meses fuera. He mantenido una regularidad muy alta, no es una carrera corta, a los 18 me decían que tendría una carrera corta por mi forma de jugar, ahora llevo una carrera mayor que muchos, es normal”, afirmó.

Pero además, a la mentalidad ganadora –casi obsesiva- de Rafa y sus meticulosas formas de mantenerse vigente pese a las adversidades, se sumó hace unos meses a su equipo de trabajo Carlos Moyá, quien ha potenciado su tenis al grado de cambiar su saque tras más de 15 años.

“Carlos para mí ha sido un gran apoyo hemos entrenado un poquito diferente, aparte de tener una relación de tantos años, el conocimiento suyo sobre este deporte y sobre mí me ayuda y sigue ayudando. Para mí ha sido un factor importante, no solo resultados sino calidad de trabajo juntos es muy buena, disfruto de jugar tenis y hemos tenido más lesiones de cuenta por desgracia, solo puedo estar agradecido de tener a Carlos ahí ayudando”, puntualizó.


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