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Pelea de Perros: La Guía de Emergencia para Detenerla sin Acabar en el Hospital

Es una de las peores pesadillas para cualquier dueño. Te explicamos qué hacer y, más importante, qué NO hacer cuando los ladridos se convierten en una batalla.

Así puedes detener una pelea de perros de manera segura (Google AI Studio)
Así puedes detener una pelea de perros de manera segura (Google AI Studio)
Mediotiempo IA
Ciudad de México

La escena es puro caos y adrenalina: gruñidos, ladridos que suenan a guerra y dos perros enfrascados en una pelea. Tu primer instinto es saltar en medio para separarlos. ¡Detente! Esa reacción, aunque comprensible, es la receta perfecta para que tú también termines con una mordida.

Una pelea de perros es una situación de alto estrés donde los animales actúan por instinto puro y pueden redirigir la agresión hacia quien se interponga. Afortunadamente, la mayoría de las peleas son más escandalosas que peligrosas y duran pocos segundos. Pero cuando la cosa se pone seria, necesitas un plan. Aquí te desglosamos, paso a paso, cómo intervenir de forma segura y efectiva.


Primero lo primero: ¿Qué NUNCA debes hacer?

Antes de actuar, respira hondo. El pánico es tu peor enemigo. Gritar o ponerte nervioso solo echará más leña al fuego, aumentando la tensión de los perros. Evita a toda costa estos errores clásicos:

No metas las manos: Jamás intentes separar a los perros agarrándolos del collar o metiendo las manos cerca de sus cabezas. En el calor del momento, tu propio perro podría morderte por reflejo.

No golpees ni patees: Lejos de detener la pelea, la violencia física puede hacer que el perro atacante muerda con más fuerza y se enfurezca todavía más.

No jales si hay una mordida de agarre: Si un perro tiene "enganchado" a otro, tirar de ellos solo provocará desgarros de piel y músculo, convirtiendo una herida en una lesión potencialmente mortal.

Los perros pueden pelear por diversos factores


Entonces, ¿cómo los separo de forma segura?

La estrategia es distraer, no confrontar. El objetivo es romper la concentración de los perros para que puedas retomar el control. Prueba estas técnicas, de la menos a la más invasiva:

1. Haz un ruido extremo: Un sonido fuerte y repentino puede ser suficiente para que se detengan. Golpea dos sartenes, usa una bocina de aire o un silbato. Un grito grave y fuerte también puede funcionar.

2. El "baldazo" de agua: A la mayoría de los perros no les gusta que los mojen de repente. Arrojarles un balde o una manguera con agua fría puede romper el "trance" de la pelea.

3. Usa una barrera: Busca algo grande y plano para interponerlo físicamente entre los perros. Puede ser un pedazo de cartón grande, la tapa de un bote de basura, una silla plegable o una tabla. Esto crea una separación visual y física.

¿Y si nada de eso funciona? El método de la carretilla

Este es considerado uno de los métodos más seguros y efectivos, pero idealmente requiere de dos personas.

¿Cómo funciona? Cada persona debe acercarse por detrás a uno de los perros al mismo tiempo.

La acción: Agarra firmemente las patas traseras del perro y levántalas, como si fuera una carretilla.

El resultado: Al perder el equilibrio, el perro se ve forzado a soltar la mordida para no caerse. Inmediatamente, camina hacia atrás, alejando a tu perro del otro en un círculo para evitar que se voltee y te muerda.

Si estás solo, debes evaluar la situación y elegir al perro que parece ser el agresor principal para aplicarle la técnica.

Los perros suelen pelear por territorio o comida (AFP)


Situación extrema: ¿El perro no suelta la mordida?

En casos raros, especialmente con razas de presa, un perro puede entrar en un modo de agarre y no soltar. Aquí se necesitan medidas drásticas:

Técnica de palanca: Requiere un objeto como un palo grueso (break stick). Se introduce por el costado de la boca del perro, detrás de los molares, y se gira para hacer palanca y forzar la apertura de la mandíbula.

Corte de aire (último recurso): Es una medida extrema para salvar la vida del otro animal. Se puede usar una correa para hacer un lazo alrededor del cuello del perro que muerde, justo detrás de las orejas, y tirar hacia arriba para cortar momentáneamente su respiración, lo que le obligará a abrir la boca.

¿Qué hago después de la pelea?

Una vez separados, la emergencia no ha terminado.

1. Mantén la distancia: No permitas que los perros vuelvan a interactuar, aunque parezcan calmados. Llévalos a habitaciones separadas o amárralos lejos uno del otro.

2. Revisa las heridas: Inspecciona a ambos perros minuciosamente. La adrenalina puede hacer que no muestren dolor de inmediato. La sangre es escandalosa, pero busca heridas punzantes que, aunque pequeñas, pueden ser profundas y peligrosas.

3. Llama al veterinario: Sin importar qué tan leves parezcan las lesiones, una visita al veterinario es obligatoria. Las mordeduras de perro tienen un alto riesgo de infección y puede haber daño interno que no es visible.

Entender por qué pelean los perros(territorio, comida, miedo, protección de recursos) es clave para la prevención. Pero saber cómo reaccionar en el momento crítico puede hacer la diferencia entre un susto y una tragedia.

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