¿Quién era Sam Rivers? El bajista de Limp Bizkit que murió a los 48 años de edad
La banda anunció la muerte de su tecladista, sin revelar el lugar ni las causas, y lo despidió destacando su talento y sensibilidad musical.
El mundo del metal recibió un duro golpe el 18 de octubre con la noticia del fallecimiento de Sam Rivers, bajista y uno de los miembros fundadores de Limp Bizkit. Tenía solo 48 años.
La banda confirmó su muerte a través de un mensaje publicado en Instagram: “Hoy perdimos a nuestro hermano. A nuestro compañero de banda. Nuestro latido del corazón.” Hasta el momento, no se han dado a conocer las causas oficiales del deceso.
Rivers fue una figura clave en la identidad sonora de Limp Bizkit desde su creación en 1994. Su bajo dio forma a álbumes icónicos como Significant Other y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water, que marcaron a toda una generación.
Más allá del escenario, su vida también estuvo marcada por desafíos personales. En 2015, se retiró temporalmente debido a una enfermedad hepática, lo que lo llevó a someterse a un trasplante de hígado. Su regreso en 2018 fue recibido como una muestra de su resiliencia y pasión por la música.
¿Cuál es el legado de Sam Rivers en Limp Bizkit?
Samuel Robert Rivers nació el 2 de septiembre de 1977 en Jacksonville, Florida. Desde muy joven se volcó a la música, y junto a Fred Durst y John Otto dio origen a Limp Bizkit, banda que sería fundamental en el auge del nu-metal en los años 90 y 2000.
Como bajista y corista, Rivers se destacó por sus potentes líneas de bajo, su energía en el escenario y un estilo que aportó fuerza y groove a la banda. Participó en todos los álbumes de estudio del grupo y fue considerado por sus compañeros como “el latido” que sostenía su sonido.
¿Qué se sabe sobre su muerte?
Hasta ahora, no se ha informado oficialmente la causa del fallecimiento. No obstante, es de conocimiento público que Rivers fue diagnosticado en 2011 con una enfermedad hepática relacionada con el consumo excesivo de alcohol, lo que finalmente lo llevó a un trasplante en 2017.
Aunque se especula que su muerte podría estar relacionada con complicaciones de salud previas, ni su familia ni representantes han confirmado esta información.
El adiós a Sam Rivers deja un vacío enorme en la escena del metal. Su huella musical y su carisma seguirán presentes en cada riff y en el recuerdo de quienes crecieron con el sonido de Limp Bizkit. Como escribió la banda: “vivirá en cada escenario, en cada groove, en cada recuerdo”.
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