Checo Pérez, Lewis Hamilton y los demás pilotos de F1 serán 'censurados' por la FIA

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) precisó este viernes sus intenciones sobre la prohibición de "declaraciones políticas", especialmente por parte de pilotos de Fórmula 1, según la cual, si no respetan la medida, se expondrán a sanciones.

Según una nota publicada en su página de internet, la FIA explica que los pilotos podrán "expresar sus opiniones sobre toda cuestión política, religiosa o personal" en "su propia esfera y fuera del marco de las competiciones", como en las entrevistas los fines de semana de carrera.

Por contra, "durante los momentos clave de todas las competiciones del deporte automóvil, como los podios, los himnos nacionales y las actividades oficiales 'sobre el terreno de juego'" los pilotos no podrán expresar sus opiniones, indicó un portavoz de la FIA, salvo "a título excepcional y caso por caso".

Los pilotos que no respeten la prohibición podrán recibir sanciones de diversa consideración, desde una advertencia a la exclusión, pasando por una penalización en la parrilla.

​Esta aclaración solicitada por varios pilotos se produce dos meses después de una actualización del Código deportivo internacional de la FIA, en la que anuncia la prohibición en nombre de la neutralidad de la "comentarios, políticos o religiosos", salvo "aprobación previa por escrito de la FIA" o de la ASN, la autoridad deportiva nacional del país en cuestión.

La decisión de la instancia rectora del deporte del automóvil, que rige también los Mundiales de rallies (WRC) y de resistencia (WEC) causó revuelo en la Fórmula 1, opuesta a la medida.

Uno de los pilotos más comprometidos de la parrilla, el siete veces campeón del mundo de F1, Lewis Hamilton aseguró el miércoles que "nada le impediría hablar de las cosas que le apasionan y de los problemas que existen".

En 2020, en el podio del Gran Premio de la Toscana, el piloto de 38 años, vistió una camiseta con el mensaje "Detengan a los policías que mataron a Breonna Taylor", en referencia a la mujer de raza negra a la que mató la policía en su apartamento en Estados Unidos. Aquella acción ya llevó a la FIA a revisar las reglas de protocolo de las ceremonias posteriores a las carreras.