F1: así se convirtió en un producto de entretenimiento

La apuesta, en contraste con lo que antaño se buscaba, es captar a audiencias jóvenes.

F1 y las audiencias jóvenes (Foto: Especial)

Antes de vender la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, quien era el jefe de jefes de la categoría de automovilismo más importante del mundo le preguntaron por qué no apostaba en modernizar la competición, por qué no apostaba por las audiencias más jóvenes.

La respuesta fue contundente: “por que ellos no tienen la capacidad de comprar un Rolex”.

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Pero la llegada de Liberty Media fue un cambio completamente diferente: apostaron por conquistar a la Generación Z, se asociaron con Netflix para crear una serie (este año ya es la sexta temporada), sumaron con fuerza al mercado de Estados Unidos con nuevas carreras como la de Miami y Las Vegas, además del que ya estaba en Austin y varias cosas más que han logrado detonar.

Liberty Media, en el 2016, adquirió la participación mayoritaria de Formula One Group por una cifra de 4,400 MDD en 2016 y un año después hizo la adquisición total por 8,000 MDD.

Quitaron de los controles a una leyenda del automovilismo como Bernie y pusieron a un grupo senior especializado en distintas áreas para renovar la marca. El nuevo CEO pasó a ser Chase Carey, con amplia experiencia como alto ejecutivo de 21st Century Fox y DIRECTV.

La Encuesta Global de la F1 de 2021, llevada adelante por Motorsport Network en colaboración con la F1 y Nielsen Sports, tras recibir las respuestas de más de 167 mil aficionados de 187 países diferentes ofreció los siguientes resultados:

La edad media de los encuestados bajó de 36 años en 2017 a los 32.

La participación femenina creció del 10% que se tenía, al 18.3% actualmente

Aumentaron en mercados clave en comparación con la última encuesta realizada en 2017, entre ellos EE.UU. (50%), China (58%), India (55%) y México (45%)

El efecto Netflix

De acuerdo con data obtenida por mediotiempo, las temporadas cuatro y cinco de Drive To Survive fue top 10 en al menos 57 países del mundo.

Para dimensionar el efecto de la serie hay un dato que es relevante: en Noruega fue donde más tiempo se mantuvo en el top 10 con seis semanas.

Este país nórdico ni tiene Gran Premio ni un piloto en la parrilla principal.

Justo eso es un claro ejemplo de lo que puede hacer una serie de Netflix, popularizar y potencializar la audiencia.

El director de derechos de F1, Ian Holmes, mencionó ante su primer lanzamiento en 2019, que su principal intención era abarcar las nuevas esferas generacionales.

"Ya que nos dirigimos hacia una nueva generación en la F1, estamos emocionados por anunciar nuestra nueva docuserie. Esta verdadera y única serie encarna el deporte, nos ayuda a presentar y a descubrir las historias que no se han contado dentro y fuera de la pista. La asociación con Netflix crea una serie original que nos deja a la vanguardia de ser una marca y un medio de entretenimiento para atraer nuevos aficionados al deporte".

¿Qué otras cosas han implementado?

eSportes Series: Junto a EA Sports tienen su competencia y campeonato con el videojuego de base

F1 TV Pro: Es la plataforma mundial de streaming de la Fórmula Uno que además transmite otras categorías

F1 Kids: A lo largo de la carrera, se incluyen gráficos aumentados en 3D, avatares de los pilotos, datos curiosos y educativos sobre los circuitos y los pilotos, etc.

Glamour en ciudades top

La F1 entiende que el estilo de vida es fundamental para el desarrollo de su concepto. Por ello decidió entrar con fuerza al mercado de Estados Unidos en dos sedes más: Miami y Las Vegas.

Ambos GP son pilares para la ‘popularización’ de la competición, derrama económica y la posibilidad de llevar el concepto de entretenimiento que ambas ciudades tienen como parte de su ADN.

La presencia de la Fórmula Uno vino a confirmar que Las Vegas, sin duda, aspira a ser no solo la capital mundial de los casinos y las apuestas, sino la capital mundial del deporte.

Con una inversión de 435 millones de dólares por parte de Liberty Media, dueña de los derechos de la Fórmula Uno, el Gran Premio se corrió por el famoso Strip, a un costado de los emblemáticos hoteles Bellagio, París, Cosmopolitan, Mirage, entre otros.

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