El día que un perro se metió a la pista y le costó el Gran Premio a México
El sobrecupo en el Autódromo Hermano Rodríguez y la presencia de varios perros en la pista, fue suficiente para castigar a México con 16 años sin F1.
El Gran Premio de México de la Fórmula 1 en 1970 no fue una Fiesta, sino un cúmulo de infortunios dentro y fuera de la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez, que hoy se recuerdan como anécdota y una gran muestra de lo que se debe y no hacer en eventos masivos.
¿QUE OCURRIÓ EN EL AUTÓDROMO HERMANOS RODRÍGUEZ?
Fue el 25 de octubre de 1970 cuando se corrió el último Gran Premio de México en nuestro país en su etapa de 1962 a 1970 a consecuencia de una serie de accidentes que fueron desde la desorganización de la afición, hasta la presencia de un perro en plena carrera, el cual fue atropellado por el piloto Jackie Stewart.
Fue tanto el interés de los mexicanos por disfrutar de la Fórmula 1 ese fin de semana, que hubo un sobrecupo de aproximadamente 80 mil fanáticos, los cuales se colocaron a escasos metros del circuito, en primera fila de la 'muerte', pues un accidente por despiste pudo haber sido catastrófico. Por suerte eso no pasó, pero fue suficiente para que la organización diera de baja a México para el siguiente año y así, hasta no regresar a tierras aztecas 16 años después, con el Gran Premio de México 1986.
Esa mañana, previo a la carrera se había disputado una carrera ciclista, motivo que llevó a los asistentes a quedarse para disfrutar de la Fórmula 1 más tarde, pero al no haber más boletos en taquilla aplicaron el tradicional portazo, ubicándose donde hubiera un pedazo de pasto y se pudiera ver la competencia dentro del deportivo La Magdalena Mixhuca, sin importar que se estuviera rebasando las zonas de seguridad.
Ese Gran Premio robó los titulares de los principales periódicos de la ciudad, diarios como "El Universal" titularon al GP de México como: “Los vándalos ayer en la Deportiva", donde narraron que algunos de esos seudoaficionados habían quitado barras cerca de la puerta 6 del autódromo para poder ver mejor la carrera.
El drama apenas comenzaba. Mientras más se acercaba la hora de la carrera los pilotos se mostraban nerviosos en los pits, pues sabían de la gravedad y de lo peligroso que era correr ese día, aunque también se pensaba en la cancelación, pero querían evitar que la muchedumbre entrara en cólera y más aquellos que sí habían pagado un boleto. Pero eso no ocurrió y se corrió.
Por fin la fiesta arrancó a las 15:45 horas de ese domingo, pero 33 vueltas después llegó la gota que derramó el vaso, la muerte de un perro sobre la pista.
Debido al sobrecupo, no solo entraron personas, sino varios perros, mismos que comenzaron a corretear a los monoplazas, pero a la altura de las 'eses' uno de ellos fue embestido por el piloto inglés Jackie Stewart, quien no pudo esquivar al animal y lo arrolló, además de que se tuvo que retirar de la competencia al quedar inservible la horquilla de su auto. Al llegar a los pits, molesto, solo se limitó a decir "I hit a dog, I hit a dog", la prensa mexicana insistía en que hablara sobre su abandono de la carrera a lo que declaró "pregúntenle al perro".
PILOTOS MUY MOLESTOS
Por fortuna no pasó a mayores y la competencia concluyó con el triunfo de Jacky Ickx de Ferrari; mientras que el mexicano Pedro Rodríguez quien corría para BRM terminó sexto. Pero fue suficiente para que la organización del Gran Circo determinara que la Fórmula 1 no regresaría a México hasta 1986, siendo este, un castigo ejemplar para los mexicanos.