De la Fórmula 1 a la Dogmula 1: Tami continúa el legado de Fabio
Fabio se hizo conocido por pasear en un carrito con diseño inspirado en los monoplazas de la Fórmula 1
La historia de Fabio, un perro que se convirtió en todo un símbolo dentro del automovilismo con causa, sigue viva gracias a Tami, su compañera y ahora heredera de un proyecto que combina la pasión por la Fórmula 1 y el amor por los animales en adopción.
¿Cómo nació el proyecto?
Fabio se hizo conocido por pasear en un carrito con diseño inspirado en los monoplazas de la Fórmula 1, en especial en la época en que Sergio 'Checo' Pérez competía con Red Bull. Su dueño, amante del automovilismo y con experiencia en escuderías como Newman/Haas en la categoría Champ Car, decidió construirle un vehículo especial para sus recorridos, transformando lo que comenzó como un pasatiempo en una iniciativa solidaria.
Al principio, el proyecto se llamó 'Red Dog', un guiño a Red Bull, pero con un propósito distinto: sumar marcas que apoyaran a refugios y promover la adopción de perros. A través de este esfuerzo se lograron donaciones de alimento y recursos que beneficiaron a distintos rescatistas.
Con el tiempo, Fabio compartió paseos con Tami, la perrita que llegó a la familia tras la pérdida de Janis, otra compañera canina. Incluso se llegó a construir un auto biplaza para que pudieran salir juntos.
“Fabio le mostró a Tami cómo comportarse en el auto, era como si le enseñara el camino”, recuerda su dueño.
Tras la partida de Fabio, Tami tomó el volante simbólicamente. Ahora será ella quien continúe con la misión de su “hermano mayor”. Y lo hará bajo una nueva identidad: “Canilac”, en referencia a la unión de Checo Pérez con Cadillac para 2025, pero adaptada al mundo perruno dentro de la llamada Dogmula 1.
El proyecto, además de rendir homenaje a Fabio, busca seguir generando conciencia sobre la importancia de dar hogar a perros en situación de abandono. “Más que la fama que pudo tener Fabio, lo que importa es que se logre algo bueno: que más personas conozcan la labor de los refugios y que más perritos encuentren una familia”, afirma el creador de esta iniciativa.
De esta manera, Tami asume la misión de mantener vivo el legado de Fabio. Un legado donde los motores, la velocidad y el amor por los animales se unen para demostrar que el automovilismo también puede cambiar vidas.
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