Pilotos de F1 tuvieron problemas físicos durante el GP de Qatar 2023
Varios de los pilotos terminaron en el suelo o en con atención médica al finalizar el Gran Premio de Qatar, por las extremas condiciones.
El Gran Premio de Qatar resultó tremendamente exhausto para todos los pilotos, correr en el circuito Internacional de Lusail no solo representa buscar vencer a los demás pilotos sino a las extremas condiciones climatológicas que se presentan durante el evento y eso que se realiza en la noche.
Los pilotos tuvieron que superar condiciones adversas como casi 40 grados centígrados, arena en suspensión y casi el 75 por ciento de humedad.
El francés Esteban Ocon del equipo Alpine, vomitó en el interior de su casco y tuvo que completar las 42 vueltas siguientes bajo estas condiciones. Al bajar dijo que Qatar fue la carrera más dura de su vida.
Pilotos a punto de desmayarse
Una de las imágenes más fuertes fue la de Logan Sargeant. El joven piloto estadounidense de 22 años de Williams, tuvo que retirarse a 15 vueltas del final tras encontrarse agotado y no poder seguir. Los mecánicos tuvieron que ayudarle a bajarse de su monoplaza. El piloto tuvo que acudir al centro médico, tras sufrir deshidratación intensa.
"Me he sentido mal toda la semana, lo cual no ayudó con la deshidratación con este calor. Lo último que quería era retirar el coche, pero tuve que anteponer mi salud. Lo siento por el equipo, que ha hecho un trabajo increíble todo el fin de semana en estas condiciones”, afirmó Sargent.
Max Verstappen, Oscar Piastri y Lando Norris, quienes subieron al podio, acabaron exhaustos y se les vio tirados en el suelo en la sala previa a la ceremonia.
"Ha sido una carrera dura. Algunos pilotos se han desmayado en el centro médico y eso demuestra lo difícil que es nuestro trabajo. Es fácil decir que hay que entrenar más. Pero estábamos a 50-60ºC dentro del coche y eso no es normal para un cuerpo humano y menos con el nivel de concentración que necesitas a las velocidades a las que vamos", apuntó Norris.
Otra de las imágenes que ejemplifican lo que vivieron los pilotos fue lo que sucedió con Lance Stroll intentando bajarse de su Aston Martin. El canadiense necesitó de varios segundos para abandonar su AMR23 y se le vio tambaleante en los siguientes instantes
"A estas temperaturas, en las últimas 20-30 vueltas todo se volvía borroso delante de mí y en las curvas de alta velocidad la presión sanguínea caía de golpe. Me mareaba en las curvas de alta velocidad dentro del coche con las altas cargas aerodinámicas”, explicó.