¡CDMX se pone racing! Parade de NASCAR México, previo a la fiebre automotora por F1
El Monumento a la Revolución recibió a algunos de los pilotos, con todo y sus autos stock, pues en una semana de este lado todo será adrenalina y velocidad.
Un tal Sergio “Checo” Pérez, piloto mexicano que brilla en la Máxima Categoría con el equipo Red Bull Racing, de un año a la fecha despertó en la nación azteca un gusto inusitado por el automovilismo, pues ahora ya es común, en las tertulias, que una gran mayoría hable de cómo le fue en tal o cual Gran Premio.
Y como parte de un aderezo para lo que será la rodada de Fórmula 1 la próxima semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el campeonato más importante del tipo que hay en casa, NASCAR México Series, decidió armar una verbena racing en un punto icónico del territorio citadino, el Monumento a la Revolución.
Pilotos del circuito, así como algunas de las unidades que ruedan en varias pistas de la República Mexicana, se dieron cita para convivir con ese puñado que empieza a ser afecto al deporte automotor.
Autos stock, esos en donde el calor llega a ser insoportable y todo un reto, pero que además son parte de una competencia que suele ser espectacular, fueron el deleite de un público que cada vez es más cercano a este mundo en donde la adrenalina y la velocidad son los principales condimentos.
Fiesta del motor...
El rugir de los motores, como un adelanto de lo que será igual la Fecha de este serial en el AHR el próximo 6 de noviembre, durante el llamado Parade de NASCAR México, una cita que, como otros eventos masivos, tuvo que suspenderse durante un par de años por la pandemia del Covid-19.
Música para ponerle ritmo al momento, pero además volantes que le dieron rienda suelta a las muñecas y a las mejores poses, pues las rúbricas y las selfies estuvieron a la orden del día para todos los fans.
La afición azteca está lista para recibir a Checo y todo el Gran Circo, pero además para ser parte de la competencia por excelencia en el país, la cual se validará una semana después, como una especie de resaca de lo que será el platillo estelar.