Michael Jordan humilló a Will Perdue cuando llegó a los Chicago Bulls
El pivote del equipo de Chicago, reveló la forma en que MJ lo trataba cuando fue firmado por los Bulls en 1988.
Bien lo dijo Michael Jordan: "Van a creer que soy una persona horrible". Y pues no estaba tan errado al decirlo días antes del estreno del documental 'The Last Dance', sobre el que para muchos es el mejor jugador de todos los tiempos.
Y es que el documental ha revelado una faceta totalmente distinta a la que se conocía de Jordan, y lo ha humanizado para bien y para mal. En ese rubro, fue ahora el exbasquetbolista y pivote de los Bulls, Will Perdue, quien reveló haber sido víctima de las humillaciones de Jordan cuando llegó al equipo de Chicago en 1988.
¿CUÁL FUE LA HUMILLACIÓN DE JORDAN A PERDUE?
Perdue, quien era un pivote de 2.16 metros, no fue del agrado de Jordan cuando al llegó al equipo, ya que Michael no le veía condiciones para hacerle honor a su apellido, toda vez que era muy similar a la Universidad de Purdue, que en aquellos años era uno de los mejores equipos universitarios en Estados Unidos.
Por ello, Jordan decidió cambiarle el apellido a Perdue y llamarlo 'Will Vanderbilt'; el Vanderbilt, lo tomó por ser la universidad de origen del pivote.
"Me sentí avergonzado desde el principio. Michael solo conocía dos cosas: la ACC (Conferencia de la Costa Atlántica) y el "Big Ten" (como se le conocía a los mejores 10 equipos de Universidades), porque en los ochentas, lo único que veías era basquetbol local".
"Fui drafteado y vee el nombre de Perdue y él se puso en la postura de: 'ese tipo no es lo suficientemente bueno para jugar el Purdue; así que lo llamaré Will Vanderbilt'. El difícilmente me había visto jugar, no sabía mucho de mí e hizo una afirmación a ciegas. No lo tomé necesariamente personal, pero me dolió un poco", reveló Will Perdue en entrevista con el sitio Fansided.
LO HIZO UN MEJOR Y MÁS COMPETITIVO BASQUETBOLISTA
Pasado ese episodio, Perdue relató que lo único que hizo fue seguir trabajando, irle demostrando a Jordan que era un buen pivote, en quien poco a poco iba a depositar su confianza. Y así fue.
"Seguí trabajando. Pienso que vio mi ética de trabajo. Siempre estaba en el gimnasio, en las pesas y nunca me eché para atrás. Acepté el reto, continué trabajando duro y lentamente comencé a jugar, lentamente comencé a construir esa confianza".
Perdue ganó tres anillos de campeonato de la NBA con los Bulls de Jordan y uno más con los San Antonio Spurs años después; reconoce la capacidad bestial de MJ y cómo la exigencia que tenía en sus compañeros lo hizo a él un mejor basquetbolista.
"(Antes de Jordan), nunca había experimentado algo así. Me hizo más competitivo, me hizo un trabajador más duro, me hizo entender la definición de intensidad. También me ayudó a respetarlo aún más, porque la gente creo que no entiende lo difícil que es ser así de bueno todo el tiempo".