NBA volvió con juegazo; el primer contagiado metió la canasta del triunfo
¡Cómo te extrañamos! La NBA jugó este jueves su primer partido de Temporada en más de cuatro meses y fue un duelazo entre Jazz y Pelicans.
Pasaron cuatro meses y 19 días, pero la NBA regresó este jueves y lo hizo con un partidazo entre Utah Jazz y New Orleans Pelicans en el que, curiosamente, la primera y última canasta fueron anotadas por el francés Rudy Gobert, quien fue el primer caso confirmado de coronavirus en el deporte ráfaga que obligó a su suspensión.
El marcador fue 106-104 para Utah gracias a que Gobert encestó los dos tiros libres obtenidos quedando siete segundos en el cronómetro, tiempo suficiente para que los Pelicans intentaran un triple con Brandon Ingram que no entró.
El máximo anotador del partido con el Jazz fue Jordan Clarkson con 23 puntos, mientras sus compañeros Donovan Mitchell y Mike Conley anotaron 20 cada uno y Gobert registró el único doble-doble con 14 unidades y 12 rebotes.
Con los Pelicans, Ingram fue el más productivo con 23 tantos, escoltado por JJ Reddick con 22 y Jrue Holiday con 20. El que estuvo muy discreto fue Zion Williamson con tan solo 13 puntos, aunque sus minutos se vieron limitados a apenas 15 ya que recién se incorporó a los entrenamientos.
Protestas contra el racismo en el regreso de la NBA
Por lo que más destacó Zion Williamson fue por llevar en su uniforme la palabra "Peace" (Paz) en lugar de su apellido, mientras que su compañero en los Pelicans, Lonzo Ball, y el francés del Jazz, Rudy Gobert, lucieron "Equality" (Igualdad).
"Con lo que está pasando en nuestro país, creo que es crítico que todos nosotros, de manera unificada, dirijamos nuestra atención hacia la justicia social", dijo el entrenador de los Jazz, Quin Snyder.
Medidas de la NBA contra el coronavirus
Con pruebas diarias de coronavirus y una infinidad de restricciones, la NBA creó un entorno de seguridad en Disney World para resguardar a los jugadores de la pandemia, que lleva más de 150,000 víctimas mortales en Estados Unidos.
Las canchas fueron adaptadas para prevenir riesgos, con los responsables del control de los juegos separados de los equipos por una cristalera. Los asientos de los banquillos se separaron a una mayor distancia y, aunque no es obligatorio, algunas personas portan cubrebocas durante el juego, como el entrenador de los Pelicans, Alvin Gentry, uno de los más veteranos de la liga a sus 65 años.