The Last Dance, capítulo 3. Dennis Rodman, los Pistons y el odio a Michael Jordan
El tercer episodio de la serie de Netflix e ESPN, se centra en Rodman, sus locuras y ese equipo sanguinario de Detroit.
La noche del domingo se estrenó el tercer episodio de 'The Last Dance', la serie que narra la última temporada de Michael Jordan con los Chicago Bulls en 1998, esta vez, teniendo como protagonista a Dennis Rodman, uno de los jugadores más polémicos de la historia en la NBA.
En el segundo capítulo se reconoce la importancia de Scottie Pippen en la dinastía de aquel equipo de Phil Jackson y ahora con Dennis se resalta sus cualidades defensivas que marcaron un antes y un después en la Liga, además de sus locuras dentro y fuera de la duela.
ERA UN 'CHICO BUENO'
Desde su infancia hasta que entró a la Universidad, Rodman relata que llevó una vida tranquila, más allá de las tentaciones y vicios en los que pudo haber caído. Cuenta cómo veía a sus amigos sumidos en drogas pero él prefería ir a la escuela y a entrenar como loco, a veces yendo a la cancha en la madrugada.
Ya en el basquetbol colegial empieza a sobresalir no tanto por sus puntos o por ser un jugador de reflectores, pero sí por sus grandes números en la tabla, tanto en defensa como en ofensiva, además de un gran capacidad para entender las rotaciones del juego y botes del balón.
"Empecé a enfocarme en defender y analizar los rebotes el balón, si pega así entonces irá por acá o si va de este lado el balón deberá caer por este otro, a veces llamaba a mis amigos a las 3 o 4 de la mañana para que me ayudaran a entrenar", cuenta el exjugador.
DRAFTEADO POR LOS PISTONS
En 1986 es seleccionado en la segunda ronda por los Detroit Pistons, llegando a un equipo de importantes estrellas en esa época. Nombres como Isiah Thomas, Joe Dumars, Bill Laimbeer, Vinnie Johnson o John Salley, lo arroparían en sus primeros años, sin embargo la competitividad de aquel chico de Oklahoma lo llevó a hacerse rápidamente de un lugar estelar en el equipo.
En su segunda y tercer temporada, Dennis ganó el premio al mejor defensivo del año y para su cuarta y quinta campaña se consagraría Campeón de la NBA.
LOS BAD BOYS DE DETROIT Y SU ODIO A MICHAEL JORDAN
Ese equipo de Detroit del 87 al 90, no solo marcó época por los dos títulos de la NBA, sino porque cambiaron el juego de manera radical. No contaban con una megaestrella como Jordan, Jhonson o Bird, entonces se dedicaron a un basquetbol físico y a partir de ahí empezaron a competir hasta llegar a la cima.
Pero había un jugador en especial con el que tenían un pique: Michael Jordan. En ese entonces Michael ya era el mejor jugador de la Liga e hizo de los Bulls vs Pistons una dura rivalidad, al grado que hicieron una regla especial para marcar al #23.
"Era de otro planeta, entonces teníamos que buscar una manera de frenarlo, por eso hicimos las 'Jordan Rules'. Que básicamente era darle una paliza a Michael cada que jugáramos contra él", cuenta Isiah Thomas.
"Cuando se elevaba estábamos perdidos entonces teníamos que mantener en el piso a como de lugar. La regla 1 era no dejarlo tirar en la llave, poníamos a 1 o 2 siempre contra él. La segunda era invitarlo a ir a su izquierda y la tercera y más importante, llevarlo al piso cada vez que pudiéramos, en verdad lo hacíamos mierda", confiesa John Salley.
Esos Pistons sucumbieron ante Jordan en la Semifinal de Conferencia en 1988, aunque los Bulls no pudieron llevarse el título al perder ante los Cleveland Cavaliers.
LAS LOCURAS DEL GUSANO
Volviendo el foco a Dennis, la polémica comienza tras el título de Detroit en el 90, a la campaña siguiente el bajón de rendimiento de Rodman es evidente y para 1993 es traspasado a los San Antonio Spurs luego de ser encontrado en su camioneta con una pistola en el asiento y varios días 'perdido'.
Con los Spurs solo juega un año y luego, a pesar de sus polémicas, llega a los Chicago Bulls, el equipo más importante de la década. Al principio no es bien vista su llegada por Jerry Krause y Phil Jackson, pero es justamente Jordan quien aboga por él y lo integra al equipo para que los ayude a seguir ganando.
En ese tiempo, el Gusano ya era un constante de las revistas y paparazzis. Cabello de color, looks extravagantes, mujeres, fiestas, dinero y un sin fin de escándalos acompañaron al jugador hasta el final d su carrera.