México y el 23 de agosto, la fecha mágica del beisbol en Williamsport

El 23 de agosto no se olvida en el beisbol porque en 1957 y 1997, dos novenas mexicanas ganaron la Serie Mundial de Pequeñas Ligas en Williamsport.

Monterrey representó a México en 1957, coronándose en Williamsport. (Foto de @SultanesOficial)

Hay fechas marcadas en el deporte mexicano que, coincidentemente, en distintos años nos han dado alegrías incomparables. Ejemplo de ello es el 23 de agosto, el día "mágico" para el beisbol de nuestro país porque en esa fecha, con 40 años de diferencia, dos grupos de niños alcanzaron la gloria conquistando el título de la Serie Mundial de Ligas Pequeñas.

Así como el 17 de junio es la "fecha favorita" de la Selección Mexicana de futbol en Mundiales por sus resultados positivos, el citado 23 de agosto de 1957 y de 1997, México acaparó las portadas de los principales diarios nacionales y estadounidenses por la proeza de imponerse en el diamante a representativos infantiles de todo el mundo.

México y el juego perfecto en 1957

Este 2022 se cumplen 65 años de una de las hazañas deportivas juveniles mexicanas más grandes de todos los tiempos, ya que el 23 de agosto de 1957, el equipo de Industriales de Monterrey se coronó en Williamsport con el juego perfecto del niño regiomontano Ángel Macías, algo que a la fecha nadie ha podido replicar en una Final.

"El mejor recuerdo que tengo es cuando Ángel saca el último out y logró un juego perfecto, aunque nosotros no nos dimos cuenta de lo que estaba haciendo", mencionó el Ing. José Maiz, actual propietario de Sultanes y parte de aquella novena infantil en EE.UU., en entrevista con Séptima Entrada.

Dicha hazaña de los regiomontanos inspiró la película "El Juego Perfecto", que se estrenó en 2010 con la dirección del canadiense William Dear, retratando el camino de los mexicanos para ser el primer equipo extranjero que conquistó la Serie Mundial en Williamsport.

En 1997 se repitió la historia y nació el 'Sí se puede'

De aquella generación histórica de los Industriales de Monterrey -que lograrían el bicampeonato en 1958 un 22 de agosto-, pasaron cuatro décadas para volver a ver a México en lo más alto de la Little League World Series, ahora con los Vaqueros de Linda Vista.

La televisión -a diferencia de los años 50- ayudó a que el éxito de estos niños fuera masivo, incluso hubo transmisión por señal abierta. El 23 de agosto de 1997, los Vaqueros llegaron a la última entrada en desventaja 4-1 ante el equipo de Mission Viejo, California, pero una historia épica estaba por escribirse.

Lo que pocos recuerdan es que aquí se popularizo el grito de "¡Sí se puede!", el mismo que desde entonces nos identifica en eventos deportivos para alentar a los nuestros. Y por supuesto que se pudo hace 25 años porque Gabriel Álvarez pegó cuadrangular de tres carreras que empató la pizarra a cuatro sin outs.

La carrera que llevó a la inmortalidad a los Vaqueros de Linda Vista se fraguó con la base por bolas a Javier de Isla. El siguiente en el orden fue Daniel Baca, quien con toque de sacrificio avanzó a su compañero a la segunda. El héroe fue Pablo Torres, quien había sacado a ocho rivales con ponche como relevista y le tocó el turno con la madera. Respondió al primer lanzamiento con el hit que remolcó la carrera del campeonato en Williamsport, el tercero en la historia de México y el más reciente a la fecha.


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