El clima y la altura afectaron a Sultanes, pero están listos para responder
Ramiro Peña habló sobre las dificultades que el equipo tuvo en el arranque de la Serie del Rey, pero confían en que los ajustes necesarios les ayuden a empatar.
Las derrotas nunca serán fáciles de digerir, pero en el mundo del deporte siempre hay que darle la vuelta a la página e ir a lo que sigue. Eso lo sabe muy bien Ramiro Peña, quien habló sobre algunos de los factores que le costaron a Sultanes de Monterrey el iniciar la Serie del Rey con un revés ante los Diablos Rojos del México.
“Espero que hoy nos sintamos mejor, porque creo que ayer sí se veía un poquito fuera de sí (el equipo). Pero esperamos hacer los ajustes necesarios”, señaló el primer bate de los Fantasmas Grises, en referencia a las condiciones físicas y al hecho de que es la primera vez en el año que visitan el estadio Alfredo Harp Helú, una plaza conocida por su altitud sobre el nivel del mar.
“No hemos jugado en México. La altura, el clima es muy diferente a Monterrey y el norte. Hay que hacer esos pequeños ajustes. Pero de ahí en fuera, hay que seguir jugando”, añadió el segunda base y capitán de la novena regiomontana, que quiere ser campeón de la Liga Mexicana de Beisbol tal y como lo logró en el segundo torneo de 2018.
El espíritu de lucha
A los Sultanes se les conoce en la Liga Mexicana como los Muchachos del Regreso. Es un mote con mucho más trasfondo: se sabe del potencial de este equipo ante la adversidad y eso es algo que destaca Peña.
“Vamos a pelear, eso lo mencionamos siempre. Es la característica que hemos tenido todo el año siempre, el pelear los juegos. Obviamente no se dio el resultado que queríamos, pero hicimos ajustes; esperamos sentirnos mejor hoy y poder ganar el juego”, dijo.
En el clubhouse mantienen la calma. Todos pondrán de su parte y nadie va a seguir pensando en una derrota que ya pasó. Todavía quedan seis juegos por delante y nada está escrito en esta contienda por la Copa Zaachila. “Simplemente trato de ayudar al equipo, trato de hacer mi trabajo, que es ponerme en base como primer bat. Es un trabajo en equipo” indicó.
“Nos dijimos entre nosotros que es el primer juego, no pasa nada. Faltan muchos juegos todavía y realmente hay que dejar pasar lo malo y quedarse con lo bueno”.
Si bien Sultanes y Diablos estuvieron igualados en cuanto a hits (14 imparables por cada lado), la producción no fue la misma. El relevo fue clave y confía en que se tengan los ajustes necesarios para sacarle un triunfo como visitantes a los Rojos y poner las cosas igualadas en el Estadio Mobil Super desde este sábado.
“Creo que los turnos se pelearon, hubo pitcheos donde pudimos hacer un buen ajuste y se sacaron outs. Obviamente los errores son parte también del juego y simplemente hay que eliminarlos, enfocarse en las cosas buenas. Falta el juego de hoy. Pero allá conocemos más el terreno, el clima es diferente y allá será otra historia. Por lo pronto, nos enfocamos en el juego de hoy, ya cuando sea en Monterrey, pensamos allá”.