Alejandro Kirk, el grueso y 'pequeño' catcher mexicano que se convirtió en líder en Toronto Blue Jays

Dos jonrones en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Americana que disputaron Toronto Blue Jays y New York Yankees pusieron al tijuanense Alejandro Kirk en la mira de los aficionados de la MLB, quienes, maravillados, vieron como el receptor de 1.76 metros y 111 kilogramos comandaba el primer triunfo de la novena canadiense en postemporada en nueve años (10-1 marcador final).

Los neoyorkinos ya no se pusieron quitar la losa que representó esa derrota y acabaron eliminados con 3 derrotas y una victoria, mientras que Blue Jays se instalaba por primera ocasión en la Serie de Campeonato de la Liga Americana desde 2016, a la espera de Detroit Tigers o Seattle Mariners. Y en esto el mexicano tuvo mucho que ver, a pesar de no ser la figura más fulgurante de su equipo.

En lo que va de postemporada, Kirk batea para .222, con tres carreras producidas y dos jonrones conectados en la serie ante Yankees, pero más allá de sus números lo que se destaca en él es su importancia para que Toronto funcione bien. Es un líder, sin duda, y así lo hace ver cada vez que entra al diamante. 

¿Cómo llegó Alejandro Kirk a Blue Jays?

Hoy, el cazatalentos Dean Decillis debe ser el más feliz por el trabajo que realiza Kirk, el atípico jugador nacido el 11 de junio de 1998 al que conoció en el Estadio Gasmart de Tijuana (ahora Estadio Toros Mobil Park) el 22 de agosto de 2016, cuando iba en búsqueda de otro beisbolista del cual, afirma, ya no recuerda el nombre, tal vez por las pobres cualidades que le vio.

Desencantado por lo que había visto, su atención se centró en un grueso jugador de buen equilibrio y swing simple que tenía una excelente velocidad de bate. Además su peso no afectaba, ya que era rápido, a lo que se sumaba un inusual aplomo para un joven con el rostro cubierto de acné. 

“Realmente no sabía si lo íbamos a fichar”, dijo Decillis en declaraciones que recogió Sportsnet. “Andrew podría haberme ignorado y haber dicho: 'No quiero fichar a un tipo que mide 1,70 m y pesa 128 kg y no lo hemos visto'. Así que, al final del día, no hubo celebración. Con el tipo al que fui a ver, solo fui un poco indiferente; probablemente no tendríamos mucho interés en él. Esa era la misión principal del día, y probablemente no fue un gran día porque este tipo no era tan bueno como esperábamos”.

Sin embargo, no salieron del todo con las manos vacías de su visita a Tijuana, pues en su memoria y apuntes se quedó la buena actuación de Kirk, en quien pensarían unos días después cuando tuvieron que hacer cuentas para tratar de sumar gente nueva, pues lo que gastaron por Vladimir Guerrero Jr. en 2015 redujo su margen de maniobra para cumplir con las reglas financieras de la MLB. El tijuanense era una joya muy barata que podrían sumar.

Por eso fue que Andrew Tinnish, vicepresidente de ojeadores internacionales de los Blue Jays, contactó a Sandy Rosario, director de operaciones en Latinoamérica de su organización, para que cerrara al jugador mexicano que pertenecía a los Toros de Tijuana, lo que sucedió el 24 de septiembre de 2016 por un contrato de 30,000 dólares.

El regordete Kirk se ganó un sitio en Blue Jays

Cuando vio los videos de Kirk, Tinnish no se impresionó a primera vista, pues vio a un jugador poco atlético, aunque su percepción cambió apenas lo vio jugar. Su inteligencia, precisión y frialdad para tomar decisiones fueron los que lo convencieron. 

Y es gracias a eso que ya suma cinco años en el primer equipo de Blue Jays, al que ya ayudó, hasta ahora, a acabar con una espera que se alargó por nueve años, la de no estar en la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Un buen objetivo cumplido para un mexicano que aspira a mucho más. 

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