Shohei Ohtani es el fenómeno del beisbol que será una leyenda
Reciente campeón con Japón en el Clásico Mundial de Beisbol, es el pelotero más dominante hoy día.
Desde su llegada a Ligas Mayores en 2018, el japonés Shohei Ohtani causó una expectativa pocas veces vista; inclusive, entre peloteros estadounidenses.
Lo que hizo en el Clásico Mundial de Beisbol solo vino a confirmar que es un fenómeno en el diamante. Un pelotero adelantado a su tiempo y que, a sus 27 años de edad, vuela para ser leyenda.
En su primer año en MLB con Los Ángeles Angels se llevó la designación de Novato del Año y los premios han seguido cayendo. Ha sido dos veces seleccionado al All Star Game (2021 y 2022), dos veces primer equipo (2021 y 2022), ganador del bat de plata (2021), ganador del premio Edgar Martínez (2021 y 2022), Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2021 y el año pasado quedó segundo en las votaciones para el Cy Young del joven circuito.
Los números de Ohtani
En sus cinco campañas con los Angels bateó para .267, 127 home runs, 342 carreras impulsadas, 326 carreras anotadas y 530 hits. Con el paso de los años le ha venido quitando los reflectores a Mike Trout, la otra estrella de los Angels. En 2021, Ohtani fue líder en home runs, impulsadas y en porcentaje de embasarse con .372. El año pasado encabezó los rubros de impulsadas con 95 e imparables con 160.
En la lomita también se ha destacado: suma una marca de 28 juegos ganados, 14 perdidos, 166 innings lanzados, ha permitido 263 hits, 119 carreras, 35 cuadrangulares, ha otorgado 118 bases por bolas y recetado 441 ponches.
Para este Clásico Mundial su presencia no podía faltar con la selección nipona. En el duelo de semifinal ante México, pegó dos imparables y anotó dos carreras, una de ellas en el noveno capítulo que ayudó a que Japón le diera la vuelta a México.
En la final contra Estados Unidos, no le importó jugar ante algunos de sus compañeros y ante el país donde se ha convertido en estrella.
Se paró tres veces en el plato donde registró un hit y una base por bolas. Fue el hombre designado para cerrar el trabajo. Entró como relevista en la novena y sacó a sus rivales sin problemas, incluyendo a Mike Trout, al que le recetó un chocolate para ganar el título.
Sus números como pitcher durante este evento quedaron en nueve rollos lanzados, 11 ponches, cinco imparables permitidos, un salvamento y dos victorias.
Al bat terminó con un promedio de .435, ocho carreras impulsadas, nueve anotadas, 10 bases por bolas, cinco extrabases y un cuadrangular.
Estos números lo llevaron a obtener el MVP del torneo y a confirmarse como el beisbolista del momento. Su cuenta pendiente es llevar a los Angels a Postemporada y al Clásico de Otoño, pues desde su llegada el equipo californiano nunca ha clasificado si lo consigue, no solo se meterá al debate si es el mejor pelotero del momento, sino de los mejores de la historia.