La Fernandomanía: el ícono de una generación

Apenas en 2023, Dodgers retiró el número 34 en honor al exlanzador mexicano.

Fernando Valenzuela es toda una leyenda en Dodgers. (Foto: Mexsport)

Sin haber cumplido ni siquiera un mes como abridor con Dodgers, Fernando Valenzuela ya se había convertido en todo un fenómeno del beisbol de la MLB; con apenas 20 años de edad, llegó a 34 entradas y un tercio sin permitir carrera, esto en el arranque de la temporada 1981, ligando con esto la cantidad de ocho triunfos, de los cuales cinco fueron por blanqueada.

En las Grandes Ligas se rendían ante el mexicano, desde entonces ha sido un ícono, un símbolo de la comunidad hispana, referente de las nuevas generaciones, a pesar de que han transcurrido décadas desde su debut en 1980.

“No soy un Superman”, decía Valenzuela cuando le preguntaban por sus grandes hazañas en el montículo.

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La Fernandomanía

Valenzuela fue firmado por los Dodgers de Los Ángeles un 6 de julio de 1979 y debutó al siguiente año en las Ligas Mayores (15 de septiembre de 1980), cumpliendo labores de relevo frente a los Bravos de Atlanta.

Esa temporada tuvo 10 apariciones (todas de relevo), en las que solo admitió 2 carreras en 17.2 entradas de labor. Y eso fue justamente lo que convenció al manager Tom Lasorda, de abrirle la puerta el año siguiente.

El juego del 9 de abril de 1981 se convertiría en el más importante para Valenzuela, ya que de no haber hecho una extraordinaria labor, posiblemente no habría recibido la oportunidad de mantenerse como abridor en el equipo.

Tommy Lasorda, mánager de los Dodgers en ese entonces, tenía reportes de que al joven lanzador lo podría utilizar en cualquier situación, así que lo envió a abrir el juego inaugural ante los Astros de Houston, luego de tener el problema de que muchos de sus lanzadores estaban lesionados.

Y es que unas horas antes de comenzar el juego frente a los Astros, Jerry Reuss, quien iba a ser el encargado de subir a la loma para abrir el duelo, le comentó a Lasorda momentos antes que se había lastimado la pantorilla y Burt Hooton no estaba listo para lanzar.

Con labor de cinco hits permitidos y cinco ponches recetados, ganó el encuentro por blanqueada de 2-0. En ese momento nadie lo sabía pero ahí había empezado la Fernandomanía.

Los boletos en las presentaciones del mexicano se agotaban en cuestión de horas, la afición quería ver al pitcher zurdo; hasta se vendían boletos de más para verlo.

“Quisiera ver su certificado de nacimiento”, dijo Gary Carter, catcher de los Expos de Montreal al enfrentarlo por primera ocasión, pues no podía creer que alguien de 20 años fuera tan buen lanzador.

Era tanto el fervor por Valenzuela que había hasta rosarios con los que rezaban las mujeres cuando él estaba en el montículo. Su lugar de origen, Etchohuaquila, una ranchería de Navojoa, Sonora, se convirtió en un sitio muy visitado. Hasta los políticos de Estados Unidos y México querían estar cerca del mexicano.

Fernando Valenzuela era la gran figura y fue bautizado con el apodo de El Toro, luego de una encuesta que hizo el diario Los Angeles Herald Examiner en 1981; era tanto el fenómeno que el mexicano salía en l caja de los cereales, portada de revistas, los medios lo buscaban día a día y la afición lo amaba.

El Toro obtuvo el Trofeo Cy Young que se entrega al mejor pitcher de la temporada, fue Novato del Año y llevó a Dodgers a ganar la Serie Mundial de 1981.

Retiran su número

Valenzuela tuvo números impresionantes, pero aún así en Dodgers se tardaron en retirar su número 34. Fue apenas el 11 de agosto del 2023 cuando lo hicieron y el ayuntamiento de Los Ángeles proclamó esa fecha como el Día de Fernando Valenzuela, considerado un ícono de la organización y de la ciudad californiana.

Valenzuela se unió a los 12 legendarios números retirados por Dodgers: Pee Wee Reese (#1), Tommy Lasorda (#2), Duke Snider (#4), Gil Hodges (#14), Jim Gilliam (#19), Don Sutton (#20), Walter Alston (#24), Sandy Koufax (#32), Roy Campanella (#39), Jackie Robinson (#42) y Don Drysdale (#53).

Para llevarse ese reconocimiento, el Toro arrojó números positivos en su carrera; lo mejor se dio entre 1981 y 1986, con efectividad de 2.97 en 1,537 entradas con 84 juegos completos y 26 blanqueadas.

En total de su carrera terminó con récord de 173-153, WAR de por vida de 41.5, efectividad de 3.54, 2,930 entradas lanzadas, 2,074 ponches y WHIP de 1.32. Lanzó 113 juegos completos, incluyendo 31 blanqueadas.




  • Jessika Méndez
  • jmendez@mediotiempo.com
  • Coordinadora Editorial Mediotiempo Norte/ reportera (EN MT desde 2010): Egresada de la UANL como lic. en Ciencias de la Comunicación Especialidad en Información y Profesional Asociado en Diseño y Producción de Medios Audiovisuales
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