Arranca en Brasil la Copa América más errática de la historia

El torneo de selecciones más importante de Sudamérica se iniciará con el juego entre el anfitrión y Venezuela.

La Copa América comienza el 11 de junio. Foto: Reuters

La Copa América arrancará finalmente el domingo en la capital de Brasil, luego de sortear un sinnúmero de obstáculos y en medio del descontento de futbolistas, técnicos y patrocinadores por el sorpresivo cambio de sede a última hora.

El torneo de selecciones más importante de Sudamérica se iniciará con el juego entre el anfitrión y Venezuela en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, sin público en las gradas. Y muchos considerarán casi un milagro ver la pelota rodar.

La competencia se iba a disputar por primera vez en dos sedes, Argentina y Colombia, con un formato innovador en dos zonas de seis equipos que incluían a los invitados, Australia y Qatar. Pero la pandemia de coronavirus cambió todos los planes.

La Conmebol se vio obligada a postergar el torneo un año, dejando a los invitados sin posibilidad de asistir. Y cuando faltaba menos de un mes para el puntapié inicial, le sacó la sede a Colombia por miedo a que las masivas protestas contra el gobierno impidan su celebración.

Argentina fue descartada 10 días después en medio de una fuerte ola de contagios y la Confederación Sudamericana sorprendió a propios y extraños al tomar la decisión de alojar el campeonato en Brasil, una de las naciones más golpeadas por el coronavirus del mundo.

Con casi medio millón de fallecidos y miles muriendo cada semana en Brasil, las críticas no se hicieron esperar.

La selección argentina decidió entrenar en Buenos Aires y viajar antes de cada partido para reducir riesgos. El director técnico Lionel Scaloni dijo que disputar el torneo en Brasil era "preocupante y alarmante", en tanto su colega de Perú, Ricardo Gareca, consideró "injusta" la designación.

Los jugadores de la selección brasileña cuestionaron en un comunicado la decisión de cambiar de sede a último minuto.

"Por diversas razones, ya sean humanitarias o profesionales, estamos insatisfechos con la conducción de la Copa América por parte de la Conmebol", afirmaron. "Estamos en contra de la Copa América, pero nunca le diremos no a la selección brasileña".

El delantero uruguayo Luis Suárez sumó también su voz de descontento. "Estamos en una situación difícil a nivel mundial, llama la atención que se juegue (...) a veces habría que darle prioridad a la salud del ser humano y no a un torneo de fútbol", declaró días atrás.

MARCAS AUSENTES

La Conmebol se negó a posponer una vez más el torneo por sus compromisos económicos y por lo que calificó como dificultades de calendario, pero las críticas le hicieron perder también el respaldo de patrocinadores importantes como Mastercard y las empresas de bebidas Ambev y Diageo, que retiraron sus marcas del evento.

Y en el último giro que pudo haber hecho fracasar los planes de la Conmebol, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil rechazó el jueves dos de las tres medidas cautelares que buscaban evitar que la Copa América se realice en el país por la pandemia de COVID-19.

El formato se mantuvo con dos grupos de cinco equipos que se enfrentarán en 20 partidos del 13 al 28 de junio. En una zona estarán Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay y en la otra Brasil, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela.

Los primeros cuatro de cada grupo pasarán a cuartos de final, lo que significa que solo dos serán eliminados de la fase inicial. La final está prevista para el 10 de julio en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, el mismo escenario en el que Brasil levantó por última vez el trofeo hace dos años.

La selección ganadora tendrá un premio de 10 millones de dólares.


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