Amor en tiempos de COVID: la surrealista situación de Kilde y Shiffrin, esquiadores olímpicos
La pareja vive en la villa olímpica de Yanging, pero hay un estricto protocolo sanitario por el coronavirus.
El esquiador noruego Aleksander Aamodt Kilde ha acaparado la atención esta temporada no tanto por su rendimiento en las pistas, sino también por su romance con la estrella estadounidense Mikaela Shiffrin, una historia de amor puesta a prueba por la pandemia en Pekín.
Después del primer entrenamiento del descenso este jueves, Kilde admitió que vivir en la misma villa olímpica de Yanqing con Shiffrin es un "fastidio" por el estricto protocolo sanitario impuesto por los organizadores chinos por la pandemia del covid-19.
"Todo el mundo dice: 'Genial, puedes pasar mucho tiempo juntos y es bonito tenerla cerca', pero es todo un desafío porque con las restricciones del covid tenemos que tener mucho cuidado", explicó el esquiador nórdico de 29 años.
"Es un poco fastidioso: la ves, pero realmente no puedes tocarla o estar mucho tiempo con ella", añadió Kilde, quien no obstante admitió algunas ventajas.
"Es bonito tenerla aquí, por supuesto, podemos comer juntos, ese no es el problema. Lo estamos disfrutando, pero aparte de eso no hay nada especial", reveló.
Debido a las restricciones, los participantes en los Juegos de Pekín viven en una burbuja y deben portar mascarilla todo el tiempo, son sometidos a test diarios y los encuentros cara a cara están limitados.
Esta situación es especialmente embarazosa para estos dos esquiadores que forman parte del grupo de favoritos a lograr medallas en unos Juegos que comienzan oficialmente el viernes.
Miedo al contagio
Kilde buscará el podio en las pruebas de velocidad, descenso y super gigante, mientras que Shiffrin, especialista en las pruebas más técnicas, tratará de colgarse un tercer oro olímpico, tras haberlo logrado en eslalon en Sochi-2014 y en gigante en Pyeongchang-2018, aunque dada su calidad, la estadounidense de 26 años será favorita en cualquiera de las pruebas en las que participe.
"Mantenemos la misma rutina de siempre, nos hablamos por videoconferencia. Tenemos que tener cuidado porque si nos contagiamos del covid, las consecuencias son devastadoras", explicó el noruego ante la posibilidad de quedar excluidos de la competición si dan positivo por coronavirus.
Hablar por teléfono no tiene nada de especial, dice Kilde. "Hablamos de cómo nos sentimos, de las experiencias, de tomar decisiones, de cosas del esquí en general, pero no demasiado técnicas".
"Ella me envía videos cada día y yo a ella y tratamos de aprender un poco el uno del otro. Aún tengo que aprender mucho de ella", admite Kilde, en referencia a las pruebas más técnicas, en las que Shiffrin es una auténtica especialista.
Preguntado por cómo va a celebrar el Día de San Valentín (el 14 de febrero), Kilde respondió: "Pues supongo que con mi compañero de habitación, quedándonos en la burbuja".
"¿Es el 14 verdad?", preguntó riendo, antes de añadir: "No sé si seguiré aquí, pero si estoy, veremos... nada especial... o quizá un poco especial".
En cuanto a sus expectativas en lo deportivo, Kilde se mostró confiado después de un buen inicio de la temporada en las pruebas de descenso y super gigante.
"Tal como lo veo ahora, está la posibilidad de hacerlo bien, pero, teniendo en cuenta que unos Juegos son muy especiales, puede pasar de todo".
"Siento algo de presión, pero nada diferente a otras carreras, porque ya ha habido mucha presión todo el año y los resultados han sido buenos", concluyó Kilde, ganador esta temporada de tres pruebas de descenso y otras tantas de super gigante y que ocupa el segundo puesto en la clasificación general de la Copa del Mundo.