Carlos Sansores ya va de gane en París 2024: 'La depresión, el primer rival al que venció'
Para llegar a estos JJ.OO. tuvo que sobreponerse al mal resultado de Tokio 2020 que lo orilló a no salir de su casa en seis meses y meditar en dejar la disciplina; ahora sueña con una medalla.
A Carlos Sansores le tomó casi 180 días superar dos minutos de su existencia… los peores de su carrera deportiva. Sí, los 120 segundos que duró su fallida participación en Tokio 2020 se convirtieron en un golpe tan demoledor, que lo sumieron en una depresión muy profunda en la que estuvo muy cerca de dejar el taekwondo.
Durante esos seis meses, de la cabeza de Sansores no se esfumaba el reproche propio de que le había fallado a toda una disciplina que esperaba más de él. Ahí comenzó su primera gran batalla de cara a París 2024, quizá la más complicada de todas.
Porque Carlos primero tuvo que aceptar su caída y luego -con el apoyo de su familia, amistades y el entrenador Alfonso Victoria- recuperar el amor propio y la confianza. No fue fácil, pero los resultados se dieron de manera paulatina: oro en el Mundial de Guadalajara 2022, plata en Azerbaiyán 2023, oro en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 y, por si fuera poco, culminó en el segundo lugar del ranking mundial y olímpico.
El campeón venció la primera batalla y ahora está listo para la segunda en el tatami de París.
¿Cuál es tu sentir de regresar a otros Juegos Olímpicos?
"Voy a estar en mis segundos Juegos Olímpicos, estoy muy contento. Dios me dio la bendición de poder seguir en este bonito deporte, y después de haber asistido a mi primera cita olímpica me gustaría darle alegrías a mi México, porque realmente lo estoy haciendo por todas las personas de mi país, me vieron en Tokio 2020 y espero me vuelvan a ver diferente, con mejor actitud y estilo de combate".
¿Qué pasó en Tokio 2020?
"No puedo poner excusas, realmente lo di todo en el área de Tokio, tal vez hizo falta experiencia, no sé qué pasó en ese momento, porque sé que me preparé muy bien. El resultado no se dio, pero eso marcó un punto en mi carrera deportiva donde pude tener más madurez para las siguientes competencias que venían. No se dio el resultado en Olímpicos, pero hice historia logrando medallas mundiales. Ahora estoy luchando por esa cereza en el pastel, que sería la medalla olímpica"
¿Pensaste en dejar el taekwondo tras el resultado de Tokio?
"Sí, entré en un dilema conmigo mismo, dejarlo o no, fueron seis meses de inactividad, acostado en mi cama, sin salir de la casa, haciendo nada, era una depresión porque toda tu vida trabajas para competir en unos Juegos Olímpicos y donde quieres ganar, así que imagínate, trabajar toda tu vida y perder en dos minutos. Entré en el dilema si dejaba este deporte, pero también pensé que el taekwondo me ha abierto muchas puertas y he conseguido muchas amistades. Incluso me decía: ‘ya no te van a querer porque perdiste’, por lo que tuve que hablar con mis papás, mi esposa, mi entrenador y mis verdaderos amigos, quienes me indicaron que todavía podía y que luchara otro ciclo, finalmente seguí y en Guadalajara 2022 se comenzaron a dar los buenos resultados"
Tras esa experiencia y madurez, ¿la medalla en París 2024 es posible?
"Estoy luchando por tenerla en las manos, creo que lo difícil es entrenar todos los días, luchar contra tus pensamientos, contra todo lo que viene porque eres un foco de atención. Lo que menos quieres es la desilusión, pero así es la vida, de altas y bajas. Todos en la delegación vamos con la intención de ganar, pero finalmente lo que pasa en la competencia está fuera de tus manos, el otro competidor se preparó igual o hasta mejor que tú, así que realmente tú das lo mejor y luchas por una medalla. La medalla es lo que he visualizado desde que inicié mi proceso, he trabajado para ello y voy con toda la intención de ganarla".
¿Qué significa para ti ser atleta olímpico?
"Me siento muy orgulloso; pensé que en este ciclo me convertía en atleta olímpico, porque Tokio 2020 fue una competencia que traté de olvidar un poquito y agarrar las cosas buenas".
¿Cómo calificas tu estilo de pelea?
"Me considero un peleador que pelea feo, con un estilo no tan vistoso como un peso ligero, pero aun así tengo como tres técnicas, las cuales las entreno día y noche y las perfecciono para que sean certeras y den puntos. Siempre doy todo en el área y salgo con mucho corazón, con la finalidad de que mi gente se siente orgullosa, al final ganar es ganar, no me sirve pelear bonito si no gano, mejor peleo con la intención de ganar, sea como sea"
¿Qué piensas cuando escuchas París 2024?
"Me emociona mucho, me da alegría y muchas ganas de que mi gente me esté viendo ahora sí como un Carlos Sansores nuevo y más maduro a la hora de pelear. Si me preguntas cómo me sentía escuchando esa palabra empezando el proceso, era un juego con mi mente porque acababa de fallar en unos Juegos Olímpicos, le fallé a mi México, qué derecho me daba de poder representar de nuevo a mi país en Olímpicos si no lo hice bien en los primeros. Finalmente fue una lucha conmigo mismo y aquí la gente que me apoyó fue fundamental para que regresara, así me dediqué a disfrutar y los resultados se dieron solos".
¿Qué sacrificios has hecho para sobresalir en este deporte?
"Más bien diría qué beneficio tiene el hecho de que esté entrenando y concentrado, porque en principio yo ayudo a mis papás estando aquí, ya que les quito un peso de encima al no ser una familia de alta, sino de clase media. Cuando nació mi hija me llaman a la Selección Nacional y cuando la vuelvo a ver de manera presencial ya caminaba, eso sí fue un sacrificio dejarlas de ver por estar entrenando. Tengo que cumplir aquí para que ellas estén bien, si me va bien, nos va bien a todos, así que en este momento de mi vida sí es un sacrificio porque quiero ver crecer a mis hijas".