Preparación psicológica, la clave del éxito en unos Juegos Olímpicos

La estabilidad mental juega un papel importante para los atletas de alto rendimiento, hecho en el que interviene la ciencia en el deporte.

La psicología deportiva juega en París 2024 (Mediotiempo)

Los Juegos Olímpicos reúnen a los mejores atletas del mundo, quienes demuestran sus habilidades y compiten por la gloria, en un escenario que implica desafíos psicológicos como la presión por tener un buen rendimiento, nervios, estrés, concentración, resiliencia e incluso pánico antes, durante y posterior a la justa deportiva.

La preparación psicológica puede ser la diferencia entre la victoria y la derrota, y todo lo que implica según el resultado obtenido, ya que los atletas deben estar listos para saber ganar o perder, por lo que tener a un especialista a cargo de los deportistas juega un papel crucial para que alcancen su máximo potencial.

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Todo esto lo tienen presente en las diferentes delegaciones participantes en Juegos Olímpicos, y el país azteca no es la excepción, es así que Margarita Cerviño, psicóloga deportiva del Comité Olímpico Mexicano, habló con mediotiempo respecto a este tema.

“Un atleta puede ser muy hábil, muy, muy hábil, desde el punto de vista físico-técnico, sin duda, pero en el momento de la competencia o en los momentos cruciales, en una preparación, en los días de entrenamiento durísimo, puede no tener el mejor desempeño justo porque igual no se siente lo más apto para poder resistir quizás la presión que esto genera”.

“Los federativos, los directivos que están con mucha atención viendo tu desarrollo y esperando cosas de ti porque también hay una gran inversión que se ha hecho sobre estos atletas. Entonces, la presión es muy fuerte y los atletas tienen que tener la habilidad para poder sortear estas situaciones y poder dar resultados”.

“Nosotros creemos que hay muchos atletas que no disfrutan estas competencias porque la presión es terrible, porque desde que sales de tu casa te están diciendo: 'campeón, me traes una medalla, campeón, me traes otra medalla, ¿no?' Y el atleta le va y dice, ‘sí, sí, sí’, y de pronto dice, ‘madre mía, tengo que llevar un montón de cosas para todo el mundo’.

"Y lo que necesitamos hacer es que el atleta tire toda esa presión, se olvide de todas estas cuestiones, que las pueda dejar por ahí y que se encuentre en la fiesta, en su fiesta de graduación, ¿no? Es como su fiesta de graduación. Y es que el poder de la mente es muy fuerte”.

Es así que hoy en día, los atletas por sí solos buscan al psicólogo deportivo, reconociendo que es parte de su preparación, pues es igual de importante el entrenamiento físico como el mental.

“Ya los atletas ya no pierden el tiempo, ya no dicen, bueno, mañana se me quita el nervio, no, no, no, es psicólogo donde andas, y los psicólogos sabemos muy bien lo que tenemos que hacer, porque lo hemos entrenado durante mucho tiempo”.

“La motivación es un hecho que está hasta arriba, está súper bien. Lo que tenemos que trabajar fundamental es el manejo de la presión y la autoconfianza. Seguir fortaleciendo la autoconfianza. La autoconfianza no es decirle créetela, créetela, tú lo vas a hacer. Esto no funciona, no funciona así, ojalá. Hay que trabajarlo desde mucho antes porque la autoconfianza se va cocinando a través de los entrenamientos. 

"Tenemos herramientas que les pueden permitir al atleta observar cómo, efectivamente, su nivel de performance ha subido y subido y subido. Y si nosotros también trabajamos desde las habilidades y desde las situaciones, las situaciones posibles que puedan ocurrir, digamos, en un partido, vas abajo y te faltan cinco minutos para terminarlo, cómo poder no irte hasta el piso, sino recuperarte de esa situación tan tensa”.

Patrocinadores, prensa, familiares y amigos, una presión extra

Los atletas pueden sufrir ansiedad por no encontrar apoyo económico, por tener que ocuparse de este tipo de aspectos, y al conseguirlo, sentir presión por dar resultados satisfactorios para las marcas o incluso, para mantener un apoyo por parte de instituciones. La presión también llega sin querer por familiares y amigos, quienes suelen hacer el comentario al deportista, que lo esperan de regreso con una medalla.

“Incluso ya en Juegos Olímpicos y en las villas olímpicas siempre, pues, se hacen las reuniones por la noche con todo el equipo, con todos los directivos y el equipo interdisciplinario, etcétera, etcétera. Se habla, ¿no? No han caído medallas, nos faltan medallas, tendríamos ya ahorita que tener otra medalla o tal. Esto genera mucha presión en los entrenadores, ¿no?.

"Y que ellos, a su vez, no pueden transferir esta presión a los deportistas, pero llega un punto en que el deportista, el deportista es muy inteligente, son brillantes, piensan muy bien. Y el deportista sabe que hay otros 240 y tantos países o casi 250 países que están luchando también por esa medalla y que esa batalla va a ser brutal”.

Eso sí, Cerviño señala que los atletas también son preparados psicológicamente para enfrentar las preguntas de la prensa, quienes suelen ir directos con sus cuestionamientos, en cuanto a los objetivos de ir por medallas para México, sobre todo en las disciplinas que acostumbran dejar preseas para el país.

“Si a un deportista le preguntan, ¿vas por medalla? Pues, claro, estoy preparado para mi máximo nivel. Voy a hacer el mejor de los trabajos, la mejor de las competencias. Y esta es una forma; es decir, es una muy buena respuesta desde este lado, en donde el atleta se sabe capaz de hacer un performance tan alto como el de cualquier país y que luchará por ello.

“Incluso se les sugiere, se les sugieren algunas herramientas para que vayan desarrollando sus habilidades comunicativas frente a la prensa y que les permitan sentirse un poquito más cómodos. Algunos lo han dicho, de verdad, ‘prefiero competir en un mundial a que me hagan una entrevista’”.

Saber perder y saber ganar, algo complicado

Las derrotas suelen ser episodios que requieren fortaleza mental, pero las victorias también, pues asimilar una victoria es casi igual de complicado que un fracaso, en especial al tratarse de una justa deportiva tan importante como los Juegos Olímpicos, pues existe la depresión post-olímpica, y esto no sólo les da a quienes no les va bien en las competencias.

“No se trata de hacer eso, como esta visión trágica, ¿no? ¿qué vas a hacer?, sino preparar al deportista para gestionar el fracaso, que es diferente. Cuando tú pierdes, pues, sientes que algo no hiciste bien, que fracasaste, que estuvo muy mal, que tal. Y entonces hay una preparación y un trabajo muy intenso desde el punto de vista mental para que el atleta entienda, analice, incorpore esa información, la compare, incorpore y pueda cruzar información con el entrenador y con el resto del equipo para entender qué fue lo que faltó, qué fue lo que ocurrió”.

“Esto que mencionas es un tema tan importante, tan importante porque ganar no es fácil. No solamente por el trabajo que haces, sino por lo que va a continuar, por lo que va a pasar cuando ganen. Va a pasar, van a pasar muchas cosas. Una es que vas a tener muy poca intimidad, vas a poder tener muy poco tiempo con los tuyos. 

"Incluso llegar a México y querer abrazar a tu familia y darles besos y abrazos, etcétera, etcétera, pues no va a pasar tan fácil porque los primeros que van a estar esperando van a ser la prensa, ¿no? Darle la prensa, pero desde que ganas también tienes la llamada con el presidente, pero tienes la llamada con no sé quién, con los patrocinadores”.

El psicólogo deportivo aplicará algunas estrategias para que el atleta esté listo, y todo esto implica un trabajo constante, como si se tratara de un entrenamiento mental que va acompañándolo en todo su proceso.

“Hacemos simulacros de competencia, hacemos sesiones en donde incluso ponemos presión en los entrenamientos o enojo en los entrenamientos o situaciones diversas para que el atleta con las herramientas que ya aprendió las ponga en práctica y ese ponerlos en práctica los haga llevar el entrenamiento a su máximo potencial. Ahora, si esto lo entrenamos 1, 2, 3, 5, 20 veces, lo automatizamos tanto que, por supuesto, cuando llegue la competencia, lo tienen introyectado y tienen la capacidad para poder llevarlo a cabo”.

“Es un entrenamiento psicológico que permite al atleta hacer frente a un montón de situaciones. Entre ellas, por ejemplo, ¿no? Hacerle frente a la Villa Olímpica. Las ideas olímpicas son llegar al mejor lugar de tu vida, están los atletas más increíbles de todo el planeta, y todos juntos en este lugar, en esta miniciudad, ven los mejores cuerpos, los mejores atletas, los más famosos, tus súper ídolos están ahí metidos, y tú estás ahí, y además te tratan divino, hay muchísima gente, y todo el mundo quiere ayudarte, realmente es estar en el paraíso”.

¿Qué aspectos son los que más se trabajan?

  • Definición de metas y objetivos.
  • Manejo adecuado del estrés.
  • Manejo adecuado de la ira.
  • Control de la activación.
  • Gestión de la motivación y del esfuerzo en el deporte.
  • Organización y planificación del tiempo disponible.
  • Agudeza perceptiva.
  • Atención y concentración en lo que se está llevando a cabo.
  • Capacidad de razonamiento lógico y toma de decisiones.
  • Relaciones interpersonales.
  • Cohesión grupal.
  • Hábitos saludables (alimentación, descanso, recuperación)
  • Prevención y afrontamiento de lesiones.

¿Qué es la depresión post-olímpica?

“Lo que llamamos la depresión post-olímpica que es después de prepararme tanto, tanto ¿qué sigue, no? Y después de ganar tanto, tanto ¿qué sigue? Recuerdo que en algunos juegos, hace mucho tiempo en Beijing, un atleta es el que lo dijo con tanta claridad, lo dicen de otras maneras también, pero lo dijo con tanta claridad, terminó su competencia, ganó medalla de bronce y me dijo, ‘¿y ahora qué voy a hacer?’, así, ‘¿y ahora qué voy a hacer?’, ¿cómo que qué vas a hacer? ‘pues, ¿dónde está el gimnasio? ¿dónde está mi programa de vida?.

"El entrenador me dijo: 'Tienes dos meses para hacer lo que te dé la gana y no sé lo que es hacer lo que me da la gana. Yo sé entrenar, yo sé trabajar duro y ahora no tengo nada que hacer’. Entonces, una parte de esto, o sea, el trabajo psicológico es escuchar muy atentamente lo que los deportistas dicen para poder también prepararnos para ese futuro, para ese futuro muy inmediato después de una competencia. Ganen o no ganen, ¿qué van a hacer el día siguiente?”.

“Todo esto lo vamos preparando desde antes para que tenga una regularidad también en las actividades y que no caiga en, pues, en dos posibles escenarios. Por un lado, en una, en esto que conocemos como depresión post-olímpica, que es no sé dónde ando, no sé ni para qué, no sé ni en qué estoy, realmente quiero seguir o no, fue suficiente para mí o no, etcétera. Y la otra puede ser que, pues, esta holgura, digamos, esta holgura de tiempo y de hacer lo que vaya saliendo y tal, también te lleve a un como declive en tu propio rendimiento cuando regreses, cuando ya estás otra vez en la acción. ¿Por qué? Porque subiste tantísimo de peso, porque hiciste, porque tal”.

Ahora, París 2024 es una nueva experiencia en la que vuelve todo a la normalidad, pues los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 se vivieron sin público al estar en plena pandemia de Covid-19; inusual para todos los atletas que enfrentaban el miedo al contagio, de dar positivo a la prueba, de temer por su salud y la preocupación de que familiares se enfermaran y murieran; en cuanto a lo deportivo, Cerviño cuenta que algunos se sintieron frustrados por posponer la competencia del 2020 hasta el 2021, pero otros lo vieron positivo, por tener más tiempo de preparación.

  • Jessika Méndez
  • jmendez@mediotiempo.com
  • Coordinadora Editorial Mediotiempo Norte/ reportera (EN MT desde 2010): Egresada de la UANL como lic. en Ciencias de la Comunicación Especialidad en Información y Profesional Asociado en Diseño y Producción de Medios Audiovisuales
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