Oribe Peralta y cómo el Tri venció sus fantasmas para ganar el oro en Londres 2012

Peralta, uno de los artífices de la presea dorada, recordó que el juego ante Senegal en los Cuartos de Final de Londres 2012 destapó inseguridades pero lograron sortearlas.

Oribe fue uno de los refuerzos de la Selección Mexicana en Londres 2012 (Imago7)

Los Juegos Olímpicos de Tokio están en marcha y el Tri de futbol hará su debut ante Francia. En cada que una justa olímpica se avecina, es imposible no pensar en aquella medalla de oro que consiguió la Selección Mexicana de Futbol en Londres 2012. Sin embargo, en voz de uno de sus artífices, Oribe Peralta, el andar no fue fácil, pero lograron colgarse la presea no sólo superando a los rivales, sino venciendo a los fantasmas que aparecieron en el camino.

Durante la búsqueda del Oro olímpico en Londres 2012 hubo un rival que fue el que más se le indigestó al Tri de Luis Fernando Tena: Senegal, en los Cuartos de Final. Ahí a algunos jugadores, incluidos el experimentado delantero, se les aparecieron los fantasmas del pasado del Tri.

Aquel 4 de agosto en Wembley, México ganaba sin problemas 2-0 a los africanos, pero en menos de 10 minutos Senegal empató el encuentro, lo que hizo que más de uno recordara situaciones pasadas donde el Tri no pudo seguir con vida en un torneo, según recuerda Peralta.

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“Para mí el juego más complicado fue el de Senegal, sobre todo el segundo tiempo se me hizo demasiado complicado porque nosotros nos relajamos y nos empataron, después cuando cae el segundo gol como que te vuelve ese recuerdo de los partidos que había jugado en selección tanto en Mundiales y en otras competencias donde se les empata y al final termina perdiendo México”, confesó Peralta en entrevista con Mediotiempo.

Jorge “Chatón” Enríquez y Javier Aquino habían puesto al frente a México con marcador de 2-0, sin embargo, en 10 minutos Moussa Konaté e Ibrahima Baldé empataron el marcador, por lo que la eliminatoria se fue al alargue. Si bien ahí los malos recuerdos ya habían aflorado, el trabajo mental fue fundamental para exorcizar todos esos fantasmas de los que hablaba Oribe.

“Pero el equipo se mostró bien, en los tiempos extra nosotros, en mi caso, en lugar de poner atención a lo que estaba diciendo el Profe Tena, volteé a ver a los de Senegal y los veía fundidos, eso me hizo estar como más alerta y decir, 'véanlos, están fundidos, tenemos que pasarles por encima'”, añadió Peralta.

Ya en tiempo extra, Giovani Dos Santos y Héctor Herrera pusieron el 4-2 final y México llegó a Semifinales, donde después le ganaron a Japón por 3-1 y así se accedió a la Final contra Brasil.

“Siendo sinceros nadie esperaba nada de nosotros, desde un inicio, por cómo había empezado todo. Nosotros fuimos paso a paso y el día de la Final estábamos convencidos que teníamos el potencial para ganarlo, estábamos convencidos de que podríamos hacer un buen partido y ganarle a Brasil, porque así como ellos tenían buenos jugadores nosotros también los teníamos y ellos dejaban jugar y si le quitábamos la pelota íbamos a ser muy peligrosos”, mencionó el Cepillo.

“No se habló nada, la motivación era suficiente; con el hecho de estar en esa final y no hablamos ninguna otra cosa más que en la última charla lo único que se dijo y era la palabra que teníamos era el momento de trascender, de marcar la historia para nuestro bien, y nada más.

La labor de los refuerzos mayores

En esa selección, Oribe Peralta era de los 3 jugadores mayores junto a Carlos Salcido y el portero, Jesús Corona. El delantero de Chivas recuerda cuál fue el papel de los tres refuerzos y destacó que la clave estuvo en incorporarse a la inercia de este grupo, más allá de tomar un rol de “mayores”.

“Nosotros los mayores la verdad es que nunca tomamos el rol de decir, ‘somos los que vamos a guiar’, al contrario, nosotros nos metimos en la inercia que traía ese grupo, nos adaptamos bien al trabajo que quería el profe, sabíamos la responsabilidad que teníamos, pero eran las ganas de nosotros también, de los chavos de querer hacer algo importante, de querer trascender, de dejar escrito su nombre en la historia, llegamos solamente a aportar lo que teníamos, experiencia, lucha, trabajo, garra y era un equipo con esas mismas características, por eso no es que haya sobresalido uno más que otro”, manifestó.

Todos se acoplaron, aunque siempre Corona tuvo un respeto más que especial debido a su carácter serio, no obstante, el portero también supo acoplarse a la dinámica del grupo, lo que amalgamó aún más el vínculo que se creó en esta Selección.

“Al que más se le respetaba era a Chuy, por su carácter, porque es un poco más serio, pero si se tenía que bromear con él se bromeaba, con Salcido igual, nos metimos a esta dinámica del grupo, y para nosotros fue muy simple, de vez en cuando sí había una que otra reunión para hablar de temas puntuales, pero nunca fue como una constante, siempre fue el trabajo y el esfuerzo”, finalizó Peralta.


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