De la perfección a huir del régimen rumano; Nadia Comaneci y su legado olímpico

Una joven carrera motivada por el régimen sovietico de su país dio fruto a una de las más grandes sorpresas en el deporte olímpico: el 10 perfecto en gimnasia de esta rumana.

Nadia Comaneci, leyenda de la vida y los Juegos Olímpicos

Nacida un 12 de noviembre de 1961 en Onesti, una pequeña ciudad de Rumania que apenas supera los 50,000 habitantes, Nadia Comaneci se convirtió en leyenda olímpica a los 14 años de edad, tras lograr el primer 10 perfecto en gimnasia artística.

Comaneci creció en una Rumania perteneciente al bloque sovietico que apoyaba las ideas políticas de la URSS, donde el deporte era un promotor político. Es así como los Karolyis, Béla y Marta, una pareja de entrenadores de gimnastas, recorrieron la comunidad de Onesti para reclutar a la pequeña Nadia de 6 años.

A los 13 años, Nadia tuvo su primer éxito importante: ganó tres medallas de oro y una de plata en el Campeonato Europeo de Gimnasia en Skien, Noruega. Para 1975, la gimnasta superó a la soviética Liudmila Turíshcheva y se alzó con la primera posición en la clasificación general individual de las competiciones preolímpicas de Montreal.

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La gimnasta ya había pasado a la historia tras haber logrado un doble mortal de espaldas para finalizar su rutina en barras asimétricas, la primera mujer en lograrlo. Tal era el éxito de la joven rumana que le valió ser nombrada como atleta del año por la Associated Press (AP).

El 18 de julio de 1976 en Montreal, Canadá, Nadia cambió la historia de la gimnasia y los Juegos Olímpicos para siempre, con una rutina que burlaba las leyes de la física y un aterrizaje limpio que le valió un histórico 10, la primera calificación perfecta en unos Juegos Olímpicos.

Comaneci cerraría de forma espectacular su participación en Montreal 76, donde fue calificada con 7 dieces, por lo que recibió 3 medallas de oro que obtuvo en las pruebas individuales, barras de equilibrio y asimétricas, así como una plata por equipos y un bronce en suelo.

Para los Juegos Olímpicos de Moscú 80, Comaneci no llegaba en su mejor momento, pues la presión política del gobierno rumano atormentaba su adolescencia. Aun así logró 2 medallas de oro en suelo y barra de equilibrio; más 2 platas por individual y equipos.


En 1984 Nadia decide retirarse de las competencias profesionales, siendo el Campeonato Mundial Universitario que se celebró en Bucarest en 1981 la última participación de Comaneci. El gobierno le prohibió volver a salir del país.

En noviembre de 1989, la exgimnasta decide huir del régimen del dictador Nicolae Ceausescu y escapa a los Estados Unidos donde reforma su vida, se casa con el gimnasta norteamericano Bart Conner en 1996 y se permite escribir un libro detallando sus experiencias en “Cartas a una gimnasta joven”, publicado en 2003.

Nadia Comaneci tiene 59 años y vive en Oklahoma. Lejos quedó aquel 10 en Montreal y la atlética juventud que le dejó 5 oros, 3 platas y un bronce en su paso por dos competencias olímpicas. Víctima de un régimen que aprovechó sus talentos, puede presumir que triunfó en la batalla más importante de su vida: liberarse del régimen para poder vivir su vida.

  • Alexis Uriel García
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