Ministro encargado de los Juegos Olímpicos, sustituido tras 'resbalones'

El ministro japonés encargado de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio en 2020, Yoshitaka Sakurada, presentó su dimisión el miércoles a 18 meses del evento y fue sustituido este jueves por su predecesor, tras varias meteduras de pata en comentarios.

Yoshitaka Sakurada "presentó su dimisión y la he aceptado", declaró el Primer ministro Shinzo Abe, expresando sus excusas y diciendo sentirse "responsable del hecho de haberlo nombrado".

Fueron comentarios juzgados chocantes sobre los habitantes de la región siniestrada por el tsunami en marzo de 2011 los que precipitaron la marcha de Sakurada, después de que la oposición hubiera pedido en varias ocasiones que se fuera por incompetencia.

Esta vez, en un desafortunado mensaje de apoyo a una diputada del Partido Liberal-Demócrata (PLD, derecha) en una une recepción, había juzgado que el sillón de este electa "era más importante que la reconstrucción" de la región devastada que ella representa, según personas presentes citadas por la prensa.

No era la primera metedura de pata. Esta misma semana, por ejemplo, se había equivocado tres veces en el nombre de la ciudad más afectada por el tsunami, diciendo "Ishimaki" en lugar de Ishinomaki), según las mismas fuentes.

También había escandalizado en febrero afirmando estar "decepcionado", con cierto aire de reprobación y sin compasión, cuando la nadadora Rikako Ike, gran esperanza de medalla en los Juegos de Tokio, anunció sufrir una leucemia.

También había suscitado mofas e inquietud el año pasado cuando reconoció "no haber utilizado nunca un ordenador" cuando además de los Juegos Olímpicos, era ministro encargado de la Ciberseguridad.

Su sucesor, Shunichi Suzuki, había ya ocupado el puesto de ministro de los Juegos, antes de ser sustituido por Sakurada, con ocasión de unos cambios en octubre de 2018, sobre todo dictados por la voluntad de distribuir roles entre grupos del PLD.

La preparación de los Juegos de 2020 se ha visto acompañada de varios obstáculos. El proyecto de estadio fue cambiado in extremis por razones económicas, un logo plagiado tuvo que ser retirado y más recientemente, el presidente del Comité Olímpico Japonés, Tsunekazu Takeda, decidió dimitir, cuando fue acusado en Francia de corrupción.

A Takeda se le reprocha haber autorizado pagos sospechosos, en julio y octubre de 2013, para obtener "votos favorables de miembros del Comité Olímpico Internacional" (COI) en la atribución de los Juegos a Tokio, el 7 de septiembre de 2013.

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