La pesadilla del equipo mexicano atrapado en Honduras por COVID-19
México tiene a varias mujeres y jóvenes atrapadas en Honduras por el coronavirus, ya que acudieron a un torneo del que no han podido volver.
Lo que era un sueño para muchas jugadoras de futbol americano se convirtió en pesadilla, ya que en su afán de representar a México a nivel internacional quedaron atrapadas en Honduras por el cierre de fronteras a causa del coronavirus.
Ahora, 17 integrantes del equipo piden ayuda al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y a la sociedad en general para regresar a su tierra.
El 'viaje del terror' por COVID-19
"Viaje del terror" y "viaje de las sorpresas" son algunas etiquetas que las futbolistas le pusieron a esta aventura, pues aunque consiguieron el segundo lugar ante escuadras de Costa Rica, Estados Unidos y el anfitrión en una competencia que tuvo que ser cortada por la pandemia, su logro quedó opacado por la situación de regreso obligado, más allá de que algunas de las 85 personas que conformaban la delegación mexicana fueron llevadas con engaños y hoy no todas han podido volver a territorio nacional.
El organizador del proyecto Guerreras Jaguar, Marck Ramírez, llevó al selectivo nacional al torneo llamado Americas Women’s Bowl a efectuarse del 13 al 15 de marzo en Tegucigalpa, en un vuelo México-El Salvador para luego tomar un autobús a Honduras. El regreso era este domingo por el mismo camino; sin embargo, perdieron el vuelo al no poder pasar vía terrestre por el cierre de las fronteras en El Salvador.
"Han podido pasar estos días gracias a que las jugadoras de Estados Unidos y las de Costa Rica dejaron su comida, agua, pasta, donaron al grupo de México, aparte la Federación de Honduras (de Futbol Americano) rentó una habitación con cocineta por dos días (hoy es la última noche); lo que resta, ellas deberán gastar. Están esperando la ayuda de México para regresar a territorio nacional", contó a Mediotiempo la jugadora Miriam Saraí Lujano, quien ya volvió a México.
Quedan 17 mexicanos en Honduras
La molestia por parte de las integrantes no se hizo esperar, ya que a Ramírez le avisaron durante el viaje de ida que no podrían regresar vía terrestre a El Salvador, lo cual ocultó el organizador, que además había prometido un viaje directo México-Tegucigalpa, seguro de viajero y comidas incluidas, todo por 15 mil pesos.
Algunas personas lograron salir de Honduras por vía aérea con boletos en 23 mil pesos, mientras que tres decenas lo hicieron en autobús pasando por Guatemala hasta llegar a Chiapas, pagando cada una tres mil pesos; mientras que 17 (16 jugadoras y un coach) se mantienen en Tegucigalpa por falta de recursos para trasladarse a México y hasta el momento la Federación de aquel país los ayudó con dos noches de hospedaje.
“Desde que llegamos a El Salvador los organizadores tuvieron la información de que se iban a cerrar las fronteras y que no íbamos a poder regresar, pero ellos no nos informaron”, agregó Lujano.
La jugadora acusó que más allá del cierre de fronteras, el organizador les avisó en diciembre que el vuelo no sería directo a Honduras y que dos días antes de partir fueron notificados que el pago tampoco incluiría seguro de viaje ni comidas.
“Ya en el trayecto se nos informa que tenemos que cubrir el gasto de frontera que fueron entre 15 y 20 dólares por persona, era un gasto extra para personas que eran mamás, mujeres que se dedican al hogar, estudiantes que obtuvieron el dinero con rifas. Se tuvo un día de participación y en la noche nos dicen que El Salvador había cerrado sus fronteras, ahí se empezó a crear pánico”, añadió.
La noche de este martes es la última en la que el resto del grupo que permanece varado recibirá apoyo por parte de la mencionada Federación hondureña, mientras la Cónsul de México en ese país les ha señalado que no hay recursos para apoyarlas.
Además, la Federación Mexicana de Futbol Americano negó que el torneo fuera avalado por ellos, por lo que emitió un comunicado en el cual no se hace responsable de lo ocurrido.