La bomba que cimbró a Atlanta y al mundo; el atentado de los Juegos Olímpicos
El Parque Olímpico Centenario de Atlanta fue sede de un bombazo el 27 de julio de 1996; este fin de semana es punto de fiesta en la NFL
Los Juegos Olímpicos son la fiesta deportiva más grande en el mundo, tres semanas en las que miles de atletas desafían lo humanamente posible con tal de escuchar el himno de su país, pero esa celebración de cada cuatro años fue usada en 1996 para el famoso bombazo de Atlanta.
Hace 23 años no existían Usain Bolt, Michael Phelps o Roger Federer; los protagonistas se llamaban Michael Johnson, Marie-José Pérec, Amy van Dyken y André Agassi. A esa lista se sumó Eric Rudolph y no por algún logro deportivo, sino por ser el autor del atentado.
El Parque servía como punto de reunión para miles de turistas que acudieron a los Juegos. La noche del 27 de julio de 1996 estaba programado un concierto cuando el policía Richard Jewell descubrió un artefacto explosivo. Su pronta reacción ayudó a despejar parte del perímetro, pero igualmente hubo víctimas. Dos personas murieron en el lugar y 111 resultaron heridas.
Justo donde ocurrió el bombazo hoy está el Árbol del Centenario, sin follaje por el invierno en Atlanta, aunque el frío no impidió que decenas de miles de aficionados vivieran una de las más entretenidas experiencias que la NFL y la ciudad ofrecen este fin de semana con motivo del Super Bowl LIII.
Exhibiciones de artículos de colección, tienda oficial y hasta una improvisada pista de baile recibieron a los seguidores de Patriots y Rams y prácticamente todos los equipos en el céntrico Parque Olímpico, que a su alrededor tiene todos los grandes atractivos de la ciudad.
A escasos 800 metros se ve el Mercedes-Benz Stadium, el estadio más moderno del mundo que este domingo podría ver a Tom Brady y los New England Patriots confirmarse como la máxima dinastía en la historia de la NFL o atestiguar el nacimiento de una potencia llamada Los Angeles Rams.
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