La ironía de ser 'arrimado' como local; los Rams 'sin casa' en el Super Bowl LVI
Por segundo año consecutivo, un equipo jugará por el título de la NFL en su estadio, pero los Rams lo hacen como visitante nominal y sin conectar con el público de L.A.
Tienen un estadio de más de 5 mil millones de dólares que es el más caro del planeta, juegan en una de las ciudades con mayor tradición deportiva de los EE.UU. y cuentan con un equipo formado a "billetazos" con jugadores estelares, pero nada de eso ha hecho que los Rams realmente se sientan en casa en Los Ángeles y ni siquiera recibir el Super Bowl LVI parece darles una verdadera localía.
Es la segunda vez en la historia -curiosamente en años consecutivos- que una franquicia jugará por el título en su estadio. En 2021 lo hicieron los Tampa Bay Buccaneers venciendo a los Kansas City Chiefs y en este 2022 le toca a los Rams, que por reglamento de la National Football League serán visitantes al rotar la localía entre campeones de Conferencia, por eso los Cincinnati Bengals serán los anfitriones nominales en el SoFi Stadium.
Los Rams y el peso de competir contra Dodgers y Lakers
Más allá de la ironía que supone para la franquicia propiedad de Stan Kroenke tener que jugar de blanco y no de azul en su estadio, lo cierto es que los Rams no dejan de ser vistos como "arrimados" en Los Ángeles y lo peor es que su competencia ni siquiera son los Chargers -con quienes comparten estadio-, sino otros dos gigantes del deporte llenos de tradición que acaparan a los aficionados: los Dodgers en MLB y los Lakers en NBA.
"Llegó el momento de demostrar que en Los Ángeles, los Rams también son equipo de casa. Por reglas seremos visitantes, pero así como el grito de 'Let's Go Dodgers' es sinónimo de ellos, para los Rams debe de ser 'Rams house!'", afirmó Sam Lagana, anunciador oficial en el estadio de los Rams, al L.A. Times, con la particularidad de que la NFL le prohibió estar en esa faceta el domingo porque se busca crear el ambiente más neutral posible.
De regreso en L.A. desde el 2016, ciudad en la que originalmente estuvieron de 1946 a 1994 tras su fundación en Cleveland en 1936, los Rams tuvieron un promedio de asistencia en 2021 cercano a los 72 mil aficionados por juego para ser de los mejores 10 en la NFL, sin embargo, lo curioso es que en tres de esos juegos de temporada (Buccaneers, Bears y 49ers), la mayoría de los presentes apoyaban al rival. Y qué decir del choque de Postemporada contra los Niners en el que, de acuerdo a reportes estadounidenses, más del 70 por ciento de los presentes estaban con San Francisco.
"Antes del juego contra Tampa Bay de Playoffs (de visitantes), mi hija me llamó para gritarme 'Whose House?' y que yo le contestara 'Rams House!'. Ese es nuestro grito, lo escucho en casa todo el tiempo y es uno de mis motores, queremos sentirnos en casa el domingo aunque nominalmente no lo seamos", dijo Aaron Donald, el catalogado mejor jugador defensivo de toda la NFL que llegó a los Rams en el Draft del 2014.
Bien se dice que las franquicias se hacen de aficionados y marcan generaciones cuando aprovechan los grandes escenarios. Si los Rams quieren crear un verdadero hogar en Los Ángeles, el Super Bowl LVI es el momento que han soñado.