Muhammad Ali, Hank Aaron y los héroes de la siempre perdedora Atlanta
Así como Nueva York, Los Ángeles y Boston son ciudades asociadas al éxito deportivo, en Atlanta siempre han vivido a la sombra, pero presumiendo leyendas.
En Estados Unidos existen ciudades que nacieron con estrella y otras "estrelladas" en el deporte. En Nueva York presumen a los Yankees y Giants, Boston tiene a los Celtics, Red Sox y Patriots, mientras Los Ángeles es dueña de los Lakers... ¿y Atlanta?
La capital del Estado de Georgia es ejemplo de una gran urbe perdedora cuando de conjuntos deportivos se trata, pero han existido leyendas del deporte que rescatan el brillo a esta ciudad.
El último lustro de los años 60 marcó la irrupción de Atlanta en las tres ligas deportivas más grandes en los EE.UU., la NFL, la MLB y la NBA.
En 1966 llegaron los Falcons gracias al empresario Rankin Smith Jr., quien pagó la impactante cantidad -en aquel entonces- de 8.5 millones de dólares por la franquicia.
Dos viajes al Super Bowl y cero victorias marcan la línea perdedora de Atlanta, pero aquí surgió uno de los más grandes atletas de la liga: Deion Sanders, el ídolo que tuvo que irse a San Francisco y Dallas para ganar sus dos anillos profesionales.
El apodado "Prime Time" no sólo jugó fútbol americano en Atlanta, también beisbol con los Braves, conjunto que llegó a la ciudad también en 1966 luego de haber pertenecido a Boston y Milwaukee.
En los Braves -cuya única Serie Mundial ganada data de 1995- jugó el hombre que rompió en su momento el récord de cuadrangulares de Babe Ruth: Hank Aaron.
Catalogado como el mejor beisbolista afroamericano de todos los tiempos, el mito de "Hammerin Hank" deleitó por nueve años a esta urbe en la que, sin embargo, nunca pudo ser campeón de las Grandes Ligas.
Dos años después de la aparición de Falcons y Braves estuvieron los Hawks, el equipo de la NBA que de 1968 a la fecha nunca se coronó en Atlanta.
Carentes de títulos, lo que más brilla es el recuerdo de Dominique Wilkins, un revolucionario de las duelas que en los años 80 sostuvo batallas memorables con Michael Jordan, en especial cuando de clavar el balón se trataba.
Entre todas esas leyendas también aparece Muhammad Ali, el denominado mejor boxeador de todos los tiempos.
Pero si Ali nació en Kentucky y nunca practicó un deporte de conjunto -y mucho menos para un equipo en Atlanta- ¿qué le une a la capital de Georgia?
Una de sus peleas más simbólicas se llevó a cabo aquí en 1970. Más de tres años después de haber sido despojado del Campeonato Mundial Pesado por negarse a servir en el ejército durante la Guerra de Vietnam, Ali volvió al ring en el Atlanta's City Auditorium para noquear en el tercer round al entonces clasificado #1 de los completos, Jerry Quarry.
Entre el aura de una ciudad deportivamente perdedora, Atlanta ha tenido a algunos de los más grandes exponentes del futbol americano, beisbol y basquetbol de la historia, así como al mítico Cassius Clay en el que fue su regreso a los encordados, más allá de que este domingo verá al campeón del Super Bowl LIII.
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