La Minerva se quedó solitaria tras derrota de Chivas

Un malentendido entre autoridades municipales y estatales impidió que el juego fuera transmitido en una pantalla gigante.

Minerva
La glorieta de la Minerva se quedó sola. Con el último penal de Alan Pulido, que se estrelló en el poste izquierdo de Tiago Volpi, se esfumaron los sueños de los fanáticos de Chivas, que no pudieron ver cómo se repetía la hazaña, jugando en calidad de visitante.

Las cosas no empezaron bien esta noche. De entrada, un malentendido entre autoridades municipales y estatales impidió que el juego fuera transmitido en una pantalla gigante dispuesta por el ayuntamiento tapatío. Esta decisión ahuyentó a varios que se acercaron a la Minerva.

No faltaron los curiosos. Poco menos de treinta fans del Rebaño se percataron de la presencia de una pequeña televisión detrás de dicha pantalla. Ahí se quedaron, esperando el final del juego, y ser los primeros en arrancar los festejos en la confluencia citada.

No pudo ser. La gran actuación de Tiago Volpi, consolidada en la tanda de penales, ahuyentó a los presentes y dejando en soledad a la Minerva. Los aficionados se fueron en minutos, y dejaron solos a los elementos de la policía municipal, que resguardan por cualquier anomalía.

No hubo festejo en la Minerva. La algarabía guardada tendrá que esperar para mejor ocasión.
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