Dinamarca sacó un empate afortunado en Praga
Los daneses presentaron seis cambios respecto al triunfo contra Kazajistán, incluidos Poulsen y Eriksen, los mejores del encuentro.
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Dinamarca sacó un empate en Praga contra una República Checa superior y que desperdició demasiadas ocasiones en un duelo plagado de suplentes.
Los daneses presentaron seis cambios respecto al triunfo contra Kazajistán, incluidos Poulsen y Eriksen, los mejores del encuentro. La rotación checa fue más drástica: solo Zmrhal y Dockal repitieron del triunfo frente a Noruega.
Pero fueron, sin embargo, los checos quienes dieron mejor imagen y merecieron ganar, por intensidad y por oportunidades, aunque se pusieron pronto con ventaja en una jugada afortunada. Un tiro lejano de Barak rebotó en la cabeza de Kjær y acabó en gol.
La presión local ahogaba a Dinamarca, que recuperó el 3-5-2 que tanto le gusta al seleccionador Åge Hareide pero que no acaba de funcionar. Solo en contadas ocasiones hilvanó varias combinaciones con sentido, pero su ataque fue inofensivo.
Skoda, en un cabezazo franco, perdonó el 2-0. Y tres minutos después, Jørgensen remató a la red un cabezazo de Kjær en un córner sacado por Wass, que cumplió en un centro del campo inédito.
Dinamarca dio otra impresión tras salir de vestuarios. Gytkjær, solo frente a Pavlenka, quiso regalar el gol a puerta vacía a Fischer, pero su pase lo salvó un defensor rival.
La República Checa tuvo entonces sus mejores minutos. Zmrhal mandó un cañonazo al palo y Kjær salvó bajo palos un remate de Mares en las mejores oportunidades locales.
Parecía inminente el gol checo, pero aunque el asedio se prolongó por un tiempo, el marcador ya no se movió.
Los daneses presentaron seis cambios respecto al triunfo contra Kazajistán, incluidos Poulsen y Eriksen, los mejores del encuentro. La rotación checa fue más drástica: solo Zmrhal y Dockal repitieron del triunfo frente a Noruega.
Pero fueron, sin embargo, los checos quienes dieron mejor imagen y merecieron ganar, por intensidad y por oportunidades, aunque se pusieron pronto con ventaja en una jugada afortunada. Un tiro lejano de Barak rebotó en la cabeza de Kjær y acabó en gol.
La presión local ahogaba a Dinamarca, que recuperó el 3-5-2 que tanto le gusta al seleccionador Åge Hareide pero que no acaba de funcionar. Solo en contadas ocasiones hilvanó varias combinaciones con sentido, pero su ataque fue inofensivo.
Skoda, en un cabezazo franco, perdonó el 2-0. Y tres minutos después, Jørgensen remató a la red un cabezazo de Kjær en un córner sacado por Wass, que cumplió en un centro del campo inédito.
Dinamarca dio otra impresión tras salir de vestuarios. Gytkjær, solo frente a Pavlenka, quiso regalar el gol a puerta vacía a Fischer, pero su pase lo salvó un defensor rival.
La República Checa tuvo entonces sus mejores minutos. Zmrhal mandó un cañonazo al palo y Kjær salvó bajo palos un remate de Mares en las mejores oportunidades locales.
Parecía inminente el gol checo, pero aunque el asedio se prolongó por un tiempo, el marcador ya no se movió.