El Cosmos de Pelé y Raúl podría desaparecer otra vez
La decisión de la Federación de Estados Unidos de degradar la NASL a tercera división provocaría la desaparición del histórico club por segunda vez.
Nueva York, Estados Unidos /
La derrota del New York Cosmos el domingo 12 de noviembre en la cancha de los San Francisco Deltas, la final de segunda división perdida 2-0 por un penalti y un gol de último minuto, fue la menos dolorosa de las que el equipo ha encajado en las últimas semanas. La anterior, decidida por un tribunal a principios de mes, podría verles desaparecer.
El otrora equipo de Pelé y Beckenbauer, y más recientemente de los españoles Raúl González y Marcos Senna, lleva meses en la cuerda floja. Su éxito ha dejado de jugarse en el campo para depender de un juicio que determinará si la Liga Norteamericana de Futbol (NASL, por sus siglas en inglés) se mantendrá como liga de segunda división o se volverá de tercera, lo cual alegan podría precipitar su colapso.
El conflicto inició en septiembre, tras la decisión de la Federación Estadounidense de Futbol (U.S. Soccer) de no renovar el estatus de segunda división de la NASL. La respuesta fue una demanda federal antimonopolio contra la U.S. Soccer, liderada por el dueño del Cosmos, Rocco Commisso, quien ya había rescatado al equipo de sus problemas financieros apenas en enero, permitiéndoles seguir compitiendo.
La jueza Margo K. Brodie escuchó los argumentos de ambas partes en la audiencia del 31 de octubre en la corte del Distrito Este de Brooklyn. Reunidos en la sala estaban todos los actores del futbol: en la primera fila los dueños de los clubes New York Cosmos y del Puerto Rico FC, más atrás aficionados con bufandas del Cosmos, repartiéndose estampas con un rayo cayendo sobre el logotipo de la U.S. Soccer: “Aplasten la Federación”. En pleno juicio llegaron dos jugadores del Cosmos, cruzaron las hileras de bancas y se sentaron en la segunda fila.
“Esto viene a ser como el asesinato de una organización”, dijo Jeffrey L. Kessler, el abogado de la NASL.
Para el abogado, se estaba cometiendo “daño irreparable”. La degradación de la NASL, arguyó, buscaba restringir la competencia a favor de la MLS y de la United Soccer League (USL), la otra segunda división que existe en paralelo a la NASL. Los lazos deportivos entre MLS y USL, y los económicos entre Federación y MLS, eran la motivación para “restringir la entrada” a rivales como la NASL, mediante regulaciones “caprichosas”.
“¡Dejen decidir el mercado! Eso hacen todo los deportes”, urgió Kessler.
Para los abogados de la U.S. Soccer, en cambio, “la NASL tuvo siete años para cumplir con los estándares y no lo han hecho”. La inestabilidad financiera y del número de equipos de la NASL no permitía seguirle concediendo el estatus. Nada probaba que la degradación a tercera fuera algo malo.
“No hay nada que muestre que no sufriremos el daño más extremo, el daño fatal”, respondió Kessler en sus conclusiones.
Esa misma semana cayó el veredicto: se negaba la orden judicial. La Federación reaccionó en un comunicado, celebrando que se le concediera la razón en revocar el estatus de la NASL. “La decisión se tomó por los mejores intereses del futbol en Estados Unidos, y la decisión de hoy confirma que fue la correcta”.
La NASL respondió iniciando un proceso de apelación y buscando apoyos políticos para su causa. Dos miembros de la asamblea de Nueva York y organizaciones locales han hablado del impacto positivo del equipo en Brooklyn, donde juega en el MCU Park en Coney Island, a dos pasos del mar.
La mayor muestra de apoyo hasta la fecha llegó el pasado 8 de noviembre con una declaración por parte del influyente senador demócrata Chuck Schumer, de Nueva York.
“Urjo a la Federación de Futbol de Estados Unidos reconsiderar su decisión y apoyar el estatus de segunda división de la NASL para que equipos como el New York Cosmos puedan continuar a prosperar”, dijo Schumer en una declaración.
Mientras tanto, el equipo seguía avanzando hacía un hacía la final, derrotando el Miami FC dirigido por Alessandro Nesta en penales para postular a un tercer campeonato en tres años ante los San Francisco Deltas. El partido terminó en derrota y con la incertidumbre de si algún día volverán a pisar la cancha.
Escrito por @DiegoCourchay
El otrora equipo de Pelé y Beckenbauer, y más recientemente de los españoles Raúl González y Marcos Senna, lleva meses en la cuerda floja. Su éxito ha dejado de jugarse en el campo para depender de un juicio que determinará si la Liga Norteamericana de Futbol (NASL, por sus siglas en inglés) se mantendrá como liga de segunda división o se volverá de tercera, lo cual alegan podría precipitar su colapso.
El conflicto inició en septiembre, tras la decisión de la Federación Estadounidense de Futbol (U.S. Soccer) de no renovar el estatus de segunda división de la NASL. La respuesta fue una demanda federal antimonopolio contra la U.S. Soccer, liderada por el dueño del Cosmos, Rocco Commisso, quien ya había rescatado al equipo de sus problemas financieros apenas en enero, permitiéndoles seguir compitiendo.
La jueza Margo K. Brodie escuchó los argumentos de ambas partes en la audiencia del 31 de octubre en la corte del Distrito Este de Brooklyn. Reunidos en la sala estaban todos los actores del futbol: en la primera fila los dueños de los clubes New York Cosmos y del Puerto Rico FC, más atrás aficionados con bufandas del Cosmos, repartiéndose estampas con un rayo cayendo sobre el logotipo de la U.S. Soccer: “Aplasten la Federación”. En pleno juicio llegaron dos jugadores del Cosmos, cruzaron las hileras de bancas y se sentaron en la segunda fila.
“Esto viene a ser como el asesinato de una organización”, dijo Jeffrey L. Kessler, el abogado de la NASL.
Para el abogado, se estaba cometiendo “daño irreparable”. La degradación de la NASL, arguyó, buscaba restringir la competencia a favor de la MLS y de la United Soccer League (USL), la otra segunda división que existe en paralelo a la NASL. Los lazos deportivos entre MLS y USL, y los económicos entre Federación y MLS, eran la motivación para “restringir la entrada” a rivales como la NASL, mediante regulaciones “caprichosas”.
“¡Dejen decidir el mercado! Eso hacen todo los deportes”, urgió Kessler.
Para los abogados de la U.S. Soccer, en cambio, “la NASL tuvo siete años para cumplir con los estándares y no lo han hecho”. La inestabilidad financiera y del número de equipos de la NASL no permitía seguirle concediendo el estatus. Nada probaba que la degradación a tercera fuera algo malo.
“No hay nada que muestre que no sufriremos el daño más extremo, el daño fatal”, respondió Kessler en sus conclusiones.
Esa misma semana cayó el veredicto: se negaba la orden judicial. La Federación reaccionó en un comunicado, celebrando que se le concediera la razón en revocar el estatus de la NASL. “La decisión se tomó por los mejores intereses del futbol en Estados Unidos, y la decisión de hoy confirma que fue la correcta”.
La NASL respondió iniciando un proceso de apelación y buscando apoyos políticos para su causa. Dos miembros de la asamblea de Nueva York y organizaciones locales han hablado del impacto positivo del equipo en Brooklyn, donde juega en el MCU Park en Coney Island, a dos pasos del mar.
La mayor muestra de apoyo hasta la fecha llegó el pasado 8 de noviembre con una declaración por parte del influyente senador demócrata Chuck Schumer, de Nueva York.
“Urjo a la Federación de Futbol de Estados Unidos reconsiderar su decisión y apoyar el estatus de segunda división de la NASL para que equipos como el New York Cosmos puedan continuar a prosperar”, dijo Schumer en una declaración.
Mientras tanto, el equipo seguía avanzando hacía un hacía la final, derrotando el Miami FC dirigido por Alessandro Nesta en penales para postular a un tercer campeonato en tres años ante los San Francisco Deltas. El partido terminó en derrota y con la incertidumbre de si algún día volverán a pisar la cancha.
Escrito por @DiegoCourchay
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