Las estrellas se 'juntaron': Maradona y Peter Hook deleitaron a fans en la CDMX
El fundador de bandas como Joy Division y New Order llegó minutos antes que el técnico de Dorados al Aeropuerto de la Ciudad de México.
Ciudad de México /
Diego Maradona pisó una vez más la tierra que lo vistió de gloria en el futbol, aunque la CDMX solo sea una escala para llegar a Zacatepec, lugar en donde este sábado Dorados enfrentará a los Cañeros en la Jornada 11 del Ascenso MX.
A su arribo, la gente ya se congregaba en la llegada de vuelos nacionales de la Terminal 2 del Aeropuerto de la Ciudad de México. Fans con playeras de Argentina en una mano esperando obtener la cotizada firma del Diego y con un souvenir en la otra, para corresponder el posible gesto.
Al final, cuando las puertas se abrieron, Maradona optó por ignorar el tumulto de gente que lo abordó e ingresó al primer restaurante en su camino.
Cuando parecía que una vez más la gente se marcharía con las manos vacías, el Pelusa mandó a llamar a Fernando García, un joven que lo esperaba paciente en su silla de ruedas en la entrada del restaurante. A su ingreso, Fernando fue recibido con un abrazo por el 10, quien le regaló un jersey de Dorados, mismo que firmó con dedicatoria, cumpliendo así un sueño más en su andar.
El Diego también se quitó la gorra que llevaba puesta y se le entregó a Fernando, quien vivió el mejor día de su vida.
Pero Maradona no fue la única celebridad que atendió a sus fans esta tarde, pues la sala de llegadas nacionales fue punto de convergencia para reunir a una estrella del futbol y a una del rock. Peter Hook, fundador de míticas bandas como Joy Division y New Order, llegó minutos antes que el argentino y deleitó con fotos y autógrafos a cada uno de los fans que lo esperaban antes de su concierto "Peter Hook and The Light" esta tarde en el Pabellón Cuervo.
La gente seguía esperando a Maradona, quien en una "jugada" al más puro estilo de sus mejores tiempos, evadió a sus fans como burlaba a las defensas y salió por la puerta trasera para dirigirse a los camiones que lo trasladarían al estado de Morelos, fue ahí donde el técnico de Sinaloa se tocó el corazón una vez más por una joven aficionada que lloraba en la puerta del vehículo al momento de regalarle una calavera con decorado Huichol, acción que el Diego contestó firmando su playera y agradeciendo el detalle en forma de un beso al aire.
A su arribo, la gente ya se congregaba en la llegada de vuelos nacionales de la Terminal 2 del Aeropuerto de la Ciudad de México. Fans con playeras de Argentina en una mano esperando obtener la cotizada firma del Diego y con un souvenir en la otra, para corresponder el posible gesto.
Al final, cuando las puertas se abrieron, Maradona optó por ignorar el tumulto de gente que lo abordó e ingresó al primer restaurante en su camino.
Cuando parecía que una vez más la gente se marcharía con las manos vacías, el Pelusa mandó a llamar a Fernando García, un joven que lo esperaba paciente en su silla de ruedas en la entrada del restaurante. A su ingreso, Fernando fue recibido con un abrazo por el 10, quien le regaló un jersey de Dorados, mismo que firmó con dedicatoria, cumpliendo así un sueño más en su andar.
El Diego también se quitó la gorra que llevaba puesta y se le entregó a Fernando, quien vivió el mejor día de su vida.
Pero Maradona no fue la única celebridad que atendió a sus fans esta tarde, pues la sala de llegadas nacionales fue punto de convergencia para reunir a una estrella del futbol y a una del rock. Peter Hook, fundador de míticas bandas como Joy Division y New Order, llegó minutos antes que el argentino y deleitó con fotos y autógrafos a cada uno de los fans que lo esperaban antes de su concierto "Peter Hook and The Light" esta tarde en el Pabellón Cuervo.
La gente seguía esperando a Maradona, quien en una "jugada" al más puro estilo de sus mejores tiempos, evadió a sus fans como burlaba a las defensas y salió por la puerta trasera para dirigirse a los camiones que lo trasladarían al estado de Morelos, fue ahí donde el técnico de Sinaloa se tocó el corazón una vez más por una joven aficionada que lloraba en la puerta del vehículo al momento de regalarle una calavera con decorado Huichol, acción que el Diego contestó firmando su playera y agradeciendo el detalle en forma de un beso al aire.