La caja de Pandora se abrió en marzo de 2018 cuando un integrante de las divisiones inferiores de Independiente, uno de los clubes más importantes de Argentina, acusó que formaba parte de una red de prostitución infantil, junto a otros de sus compañeros.

Casi dos años más tarde, los avances en las investigaciones continúan, aunque ya con datos que aclaran el camino: ahora se menciona que al menos 99 jugadores habrían resultado afectados y ya se expone con certeza que son 16 las víctimas confirmadas entre menores y mayores de edad, de las cuales 10 se hospedaban en la pensión de Independiente. 

El hecho ha sacudido al país sudamericano desde entonces, mientras que los afectados han buscado la manera de salir adelante apoyados en sus clubes —Independiente actuó de forma ejemplar— y también de las autoridades de salud argentinas, quienes les han brindado toda la ayuda posible para pasar el trago amargo.

Respecto a las investigaciones, el diario Clarín explica que fueron entrevistados 189 jugadores de inferiores de ocho clubes en total, entre los cuales 99 admitieron que en algún momento recibieron una propuesta de dinero a cambio de sexo. Algunos aceptaron.

Se detalla que los futbolistas fueron contactados en las redes sociales, en las que se les ofrecía dinero, zapatos o cargas a las tarjetas SUBE, la cual es utilizada en el transporte público de Buenos Aires para desplazarse.

Huecos legales

Aunque hubo varios nombres identificados por el caso, casi todos gozan prisión domiciliara gracias a los huecos legales que han encontrado y que les sirvió para que se descartara en una primera instancia el daño por abuso sexual y quedara en corrupción de menores con el consentimiento de los afectados. Pero siguen los peritajes.  

Al momento, quienes han sido reconocidos son "el árbitro Martín Bustos, el relacionista público Leonardo Cohen Arazi, el administrador de consorcios Alejandro Dal Cin, el representante Alberto Ponte y el organizador de torneos Juan Díaz Vallone", como detalla el Clarín, todos a la espera de recibir sentencia.

Lo sorprendente es que algunos jugadores han vuelto a ser contactados bajo el mismo proceder, aunque con nombres y perfiles falsos.

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