Aficionados toman las calles de Costa Rica para festejar pase al Mundial
Fue día de asueto en el país centroamericano, lo que ayudó a que se viviera una gran fiesta.
"Viera que nunca perdí la fe, ni cuando estábamos tan lejos del repechaje, pero para allá vamos", dice emocionado Joaquín Martínez a la AFP, mientras observa a cientos de autos dirigirse al centro de San José.
Ataviado con la camiseta de la Tricolor y un sombrero de lona típico utilizado por los campesinos costarricenses, este jubilado de 72 años salió a las afueras de su casa, en San Francisco de los Ríos, a celebrar.
Como muchos de sus compatriotas estalló de júbilo cuando el árbitro pitó el final del partido de repechaje disputado en Qatar ante Nueva Zelanda.
La victoria 1-0 otorgó a Costa Rica el último boleto para el Mundial. Los ticos alcanzaron el repechaje después de una espectacular remontada en el octogonal de la Concacaf, donde ofrecieron un pobre desempeño al inicio del clasificatorio.
Algunos no llevan la camiseta de la selección, pero al menos la llevan de color rojo. El ensordecedor cántico "¡oe, oe, oe, ticos!" envuelve también el ambiente en una tarde y una noche que se presenta larga para algunos.
Martínez dice sentirse "hermanitico" de los aficionados que ve pasar por su calle. Sin embargo, lamenta que no podrá ver en directo a su selección disputar su sexto Mundial, el tercero de manera consecutiva.
"Bueno yo lo veré por la tele. Sale carísimo ir hasta allá", lamenta.
'Vamos al Mundial'
Según pasan los minutos aumentan las celebraciones. Miles de personas han salido a la calle en todo el país. En San José, las celebraciones se concentran, principalmente en la Fuente de la Hispanidad (al este de la capital) o en la Avenida Segunda (centro).
Al sonar de las bocinas se suman los cánticos, el ruido de las vuvuzelas (popular trompetilla célebre en el Mundial de Sudáfrica-2010), los tambores y los platillos.
En definitiva una marea roja de aficionados dispuestos a sacar el gozo y el susto de un partido estrecho no apto para cardíacos.
"¡Vamos al mundial, vamos al mundial", grita a todo pulmón el aficionado costarricense, Marco Monge, mientras una música estridente sale de un restaurante en una esquina del parque Central de San José, sobre la Avenida Segunda.
'Quiero ir a Catar'
En el mismo parque, la empresaria Priscila Nelson, de 35 años, ve la marea de autos pasar junto a su hijo Santiago de 9 años.
"Obviamente estoy muy contenta, siempre que gana Costa Rica es bueno", señala Nelson a la AFP.
"Yo quiero ir a Qatar", reclama el pequeño Santiago a su madre.
Entre las personas que festejan, algunos se acuerdan del árbitro, Mohammed Hassan Mohamed (Emiratos Árabes), quien anuló un gol a Nueva Zelanda, por falta previa, y expulsó con roja directa a uno de sus jugadores. En ambos casos tras revisar el VAR.
"Lo amo (al árbitro)", declaró la oficinista Amanda Rojas, de 30 años. "Aunque también amo a Keylor (Navas) y a Joel (Campbell) y a Celso (Borges)... ¡Amo a la Sele!", agregó mientras con una mano sostenía su enorme sombrero de copa y con la otra apuraba una cerveza.
El gobierno de Costa Rica había dado varias horas libes a los funcionarios para que pudieran ver el partido, que se disputó en horas del mediodía.
¿Matagigantes otra vez?
Asdrúbal Monge, de 50 años, no es funcionario. Es mecánico y tuvo que cerrar el taller para ir a celebrar.
"Acá estamos, festejando. Costó mucho, el partido fue bueno. Yo no pensaba que iríamos al Mundial, pero vea. Yo cerré el taller para"para pegarme la fiesta", señala Monge a la AFP.
Gabriel Solano, de 33 años, supo prevenir y en la víspera del partido sacó todos los encargos de su pequeña empresa de accesorios para mascotas para celebrar la clasificación.
Esta diseñadora gráfica sueña con que Costa Rica repita la actuación de Brasil-2014, donde llegaron por primera vez a los cuartos de final en un Mundial, tras ganar en a primera fase a Italia y Uruguay y empatar con Inglaterra.
"Por dicha estuvimos ganando desde el principio, me hubiera gustado otro gol para no sufrir tanto. Ahora que se cuiden, que va el matagigantes para Qatar", advierte.