'Es futbol, no ballet'; así inició la batalla campal entre Jamaica y Toros Neza hace 25 años

Se enfrentaron 12 días antes de que los Reggae Boyz se midieran a México en la eliminatoria rumbo a Francia 1998.

Toros Neza y la selección de Jamaica protagonizaron una pelea campal en 1997 (Mexsport)

“Es un juego de futbol, no es ballet”, son las palabras que Jesús López Meneses, exfutbolista mexicano, recuerda que dijo el entrenador René Simoes, minutos antes de que estallara una batalla campal entre los jugadores de Toros Neza y la Selección de Jamaica el 1 de abril de 1997 durante un partido “amistoso” celebrado en la cancha de futbol de la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, ubicada en la ciudad de Toluca.

El recuerdo de tan memorable bronca vuelve a brillar en el imaginario colectivo, toda vez que México enfrentará a Jamaica en Kingston, en partido correspondiente a Octagonal rumbo a Qatar 2022. La memoria retrocede en el tiempo hasta llegar a aquel ríspido momento.

Apenas se jugaba el minuto 15 del duelo, el cual serviría de preparación para los Reggae Boyz que enfrentarían a México en partido de eliminatoria rumbo al Mundial de Francia 1998, cuando una falta artera sobre el delantero Germán Arangio provocó el intercambio de patadas, golpes y proyectiles en el terreno de juego.

“Desde los primeros minutos el partido se volvió muy ríspido y Enrique Meza le dice a Simoes (entrenador de Jamaica), ‘por favor profe es un partido amistoso’, y Simoes le dijo, lo recuerdo bien, ‘es un partido de futbol, no es ballet para que no salgan raspados’. Enrique se encabrona”, recordó López Meneses en entrevista para Mediotiempo, donde comentó que el juego se realizó sin medidas de seguridad, sin árbitros profesionales, ni medidas de médicas en caso de algún incidente.

“El partido duró 15 o 17 minutos. No había garantías de seguridad, no había árbitros profesionales, no había enrejado y la gente se enteró y llegó. Había aficionados”, agregó.

“Llega la jugada famosa, la entrada artera sobre Germán Arangio y nosotros comenzamos a defender. Con nosotros no se metieron todos y de ellos sí y nos golpearon, nos pegaron con todo lo que tenían”, rememoró Meneses, quien señaló que en aquel tiempo la Selección de Jamaica se conformaba con jugadores amateurs y jugadores de barrio que se dedicaban a otros oficios como mecánicos y carpinteros.

“Jamaica no participaba en una liga profesional, eran jugadores amateurs. Unos jugaban futbol y otros eran mecánicos, carpinteros, totalmente de barrio y tenían problemas en todos lados”.

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Entonces Toros Neza se alistaba para comenzar la Liguilla del Torneo Verano 1997, donde dejaron fuera a los Pumas en Cuartos de Final y en Semifinales a Necaxa. Llegaron a la Final como la grata sorpresa de la temporada, sin embargo, en el juego por el título fueron superados por las Chivas con un marcador global 7-2.

Jesús López Meneses, quien actualmente se desempeña como auxiliar técnico de los Chapulineros de Oaxaca, equipo que participa en la Liga del Balompié Mexicano, platicó cómo se vivieron los minutos de euforia y enojo, no solo con los jugadores de Jamaica, sino también con algunos compañeros de Toros Neza que no se metieron a la bronca.

Salimos varios golpeados y con la impotencia que no nos desquitamos. Nos aplaudimos porque nos defendimos, hubo reclamos a jugadores que no se metieron dentro de la euforia y la locura que se vivió”, afirmó. “Hubo varios que no metieron las manos… esperábamos que algunos reaccionaran y no lo hicieron”.


“Le fracturé la nariz a Simoes”

Cuando René Simoes se encontraba tranquilizando a sus jugadores, y en medio de la bronca, Jesús recordó las palabras que le había dicho a Enrique Meza antes de que se desatara la gresca y buscó al estratega rival y de un derechazo le rompió el tabique de la nariz. A 25 años de aquel episodio no es algo de lo que se sienta orgulloso.

“Yo nada más pude dar cuatro o cinco golpes… a uno de los que sí le pegó es a René Simoes. Yo me acuerdo muy bien que él fue el que incitó esa bronca. Me acuerdo y le tiro un derechazo. Creo que se fracturó el tabique de la nariz”, dijo.

“Le pegó y luego luego la emoción porque te desquitas el coraje, pero no son cosas que deben pasar en una cancha de juego. Me da vergüenza pero son cosas que no tienen que suceder”, concluyó.


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