Futbol en África: entre genios, brujería y misticismo

Argelia y Malawi se vio envueltas en polémicas de ingresar a brujos a su hotel sede durante la pasada Copa Africana; el mexicano Diego Franco relata cómo se vive ese futbol.

La magia rodea al futbol africano. (Foto: AFP

El 18 de enero, un par de días después de perder por 1-0 ante Guinea Ecuatorial en su segundo partido dentro de la Copa Africana, Argelia se vio envuelta en una polémica, luego de que la prensa de Camerún, sede del torneo, mencionó que un brujo había entrado al hotel de concentración de los argelinos para realizar un exorcismo.

Aunque el hecho fue negado por la Selección del norte africano, acabó por alimentar la creencia de que se realizan rituales esotéricos en el balompié de ese continente, si bien las prácticas cabalísticas no son asunto exclusivo de esa región futbolística del planeta.

Así como Argelia fue señalada esta vez, en 2012 el técnico de Ghana, Goran Stevanovic, acusó a sus jugadores de realizarse “brujería” y con ello provocar malos resultados, mientras que en 2002 Thomas N'kono salía esposado de la concentración de Camerún acusado de realizar “magia negra”, en algunos de los casos que salieron a la luz.

EL MEXICANO DIEGO FRANCO RELATA SUS VIVENCIAS

Formado en la cantera de Cruz Azul y debutante en Primera División gracias al entrenador Guillermo Vázquez en el Clausura 2013, Diego Franco emprendió una aventura que lo llevó a Costa Rica, España y desde hace tres años a Sudáfrica, en donde ha visto de primera mano muchos de esos rituales.

“De repente sí me han tocado diferentes situaciones que son bien diferentes de lo que estamos acostumbrados en México”, comentó en entrevista con Mediotiempo desde el país africano.


Hoy jugador del Steenberg United de Ciudad del Cabo en la Segunda División sudafricana, donde asegura gana lo suficiente para tener una buena vida, el extremo nacido en la capital del país en 1992 detalló algunas de sus vivencias, las cuales van desde ver cómo sus compañeros o rivales ingresan entre cánticos a la cancha hasta mirar a jugadores regar sal en los campos de juego, situaciones que pasaron de causarle asombro a ser algo habitual.

“Hay ciertas culturas, ciertos jugadores, que hacen esta especie de brujería que ellos conocen como ‘muti’. Tienen diferentes cosas: se cuelgan dijes alrededor de la cintura, tienen marcas en el pecho. Hay jugadores que llevan una bolsa de sal y antes de iniciar el partido, cuando se hace el reconocimiento, la van regando en la cancha”, describió Franco.

Me tocó ver cómo llevaban unas hojas como de bambú y las empezaron a quemar en el vestidor, de repente salió un humazo; estaban cantando alrededor, parecía un ritual, yo me hacía a la orilla y solo rezaba para que no me tocara”.

REFLEJO DE LA CULTURA NEGRA

Como si las sorpresas deportivas solo fueran consecuencia de la magia, la Selección de Malawi también fue señalada este fin de semana por supuestamente contar con un brujo con registro de utilero. Sin embargo, la propia Federación de dicho país aclaró que ese personaje se llama Richard Justin, y que es precisamente quien se encarga de tener los uniformes listos en el vestidor de ese representativo.

Al respecto, el delantero de dicho equipo, Gabadinho Mhango, sugirió que quien aseguró que el utilero era un brujo bien podría haber dicho que sus declaraciones fueron parte de una broma, aunque la misma no sería divertida para los jugadores de su escuadra.


De cualquier modo, Franco explica que esta es parte de la forma de vivir del jugador africano, especialmente de los de raíces negras, a quienes calificó de “muy devotos” de esas prácticas. En el caso del futbol sudafricano es algo que todos conocen, pero nadie habla de ello, aunque no sabe por qué ocurre así.

“A lo mejor como lo hacen en Nueva Zelanda, para intimidar al rival. Yo los veía cantar y decía ‘estos no son serios’, pero es parte de su motivación. Pero no es uno solo, es todo el plantel, el entrenador y ciertos directivos”, puntualizó el jugador, ya habituado a rituales, cantos y gestos propios de África.

  • Eduardo Domínguez
  • Reportero-redactor. Egresado UNAM. Llegué a Mediotiempo en 2019.
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