Carlos Albert lloró al recordar el intento fallido del sindicato de futbolistas

El ahora periodista y exjugador recordó las pésimas condiciones en las que eran contratados los futbolistas hace cincuenta años.

Carlos Albert jugó para Necaxa y fue seleccionado olímpico. Foto: Especial y Mexsport

Carlos Albert hoy en día es un aguerrido crítico de los malos manejos del futbol mexicano, pero hubo un día en que el sistema lo doblegó al no poder defender sus derechos. El periodista aún recuerda entre lágrimas cómo intentó formar un sindicato de jugadores después de que hubo épocas en las que no les pagaban .

La historia la contó para el programa de Roberto Gómez Junco en Youtube. Antes de quebrarse en lágrimas, fue recordando su trayectoria como jugador con varias anécdotas, entre ellas el día que se dio cuenta que los futbolistas mexicanos no eran lo suficientemente profesionales.

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“En aquel entonces había una cláusula en los contratos que decía textualmente ‘todo aquel futbolista que para dirimir sus diferencias con el equipo o la FMF acuda a los tribunales civiles queda eliminado a perpetuidad del futbol’”, recordó.

Su primer contrato fue firmado por su papá y aún recuerda que durante dos meses al año no les pagaban a los jugadores porque el torneo ya se había terminado. Pero tampoco podían hacer nada porque los contratos les impedían negociar con otros clubes. “Terminaba tu contrato y entonces te tenían en calidad de retenido, pero no te pagaban”.

"El primer paso que doy es ya después de haber jugado 8 o 9 años, casi 10, que a lo largo de 10 años te das cuenta de tantas cosas tan tristes que vivía el futbolista, tristes en verdad, vergonzosas, porque uno como quiera, yo estudié una carrera, pero compañeros que no tenían ni para comer, que no les pagaban nada, compañeros que teníamos que juntarle dinero para tener un hijo, no tenían para pagar un hospital, que venía una hora y media o dos horas con una torta en un camión para jugar con nosotros y que no tenían una sola prestación, iba en contra de mi naturaleza, no lo podía yo entender”, contó Carlos Albert entre lágrimas.

La impotencia

Carlos Albert

“Cuando a mí me hacen lo mismo, dije a mí no me lo van a hacer, porque yo soy cumplido, porque soy titular, seleccionado, nunca he perdido la titularidad, no tienen porqué no pagarme, no tienen porqué decirme que en dos meses no soy nada. Entonces hablé con unos abogados, amigos, jóvenes pero muy brillantes, me dijeron ‘Carlos este puede ser tu fin una vez que metamos la demanda’”

Fueron los abogados quienes sugirieron hacer un sindicato que tristemente no prosperó. En aquellos años pudo más la desorganización, la apatía y el poder de la federación lo que echó abajo cualquier proyecto de esta magnitud.

“Mis abogados un día me dijeron ‘si son tantos y están inquietos, ¿por qué no hacen algo?’ Ahí empecé a hablar con los que me hablaban, aquí están mis abogados pero también otra solución es que nos unamos, no para estar en contra de nadie sino para defender nuestros derechos, no se trata de atacar a nadie”, rememoró.

La impotencia

Carlos Albert

“Cuando a mí me hacen lo mismo, dije a mí no me lo van a hacer, porque yo soy cumplido, porque soy titular, seleccionado, nunca he perdido la titularidad, no tienen porqué no pagarme, no tienen porqué decirme que en dos meses no soy nada. Entonces hablé con unos abogados, amigos, jóvenes pero muy brillantes, me dijeron ‘Carlos este puede ser tu fin una vez que metamos la demanda’”


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