El día que Barcelona y Chelsea protagonizaron el partido más polémico de la historia
El partido se dio en Semifinales de la Champions League de 2009.
El día de hoy se cumplen 15 años del mayor escándalo en la historia de un partido de futbol. Hablamos del partido de la Semifinal de vuelta entre el Chelsea y el Barcelona, disputado en Stanford Bridge, Londres, un 6 de mayo del 2009.
¿Cuál es el historial de ambos equipos?
El camino que recorrió el Barcelona para llegar a dicho enfrentamiento, tras pasar la fase de grupos, fue eliminar al Olympique de Lyon en Octavos y al Bayern Múnich en Cuartos. Por otro lado, el Chelsea venció al Juventus y poco después al Liverpool, en una época en la que los equipos ingleses dominaban la Champions League.
¿Cómo fue el polémico partido de la Vuelta?
El primer encuentro, disputado en el Camp Nou, fue uno de los más complicados, pues obedeciendo a las constantes del Barcelona, en ambos cruces previos había obtenido una victoria y un empate. No obstante, el Chelsea también, aunque con mayores retos, incluyendo el 4-4 contra Liverpool en la Vuelta.
El partido comenzó con mucha intensidad, de inmediato siendo el equipo local el que tomó la iniciativa del partido. Pese a que Barcelona, el equipo de aquella década, tenía un gran arsenal ofensivo, Chelsea le competía al two por two, con un Didier Drogba encendido.
Lo primero que sucedió fue un gol tempranero de Essien, quien a los 9 minutos hizo estallar Londres. Todo marchaba bien y al momento no había duda de que Chelsea merecía el pase a la gran Final.
No obstante, al minuto 25 llegó una primera falta catalana que en el video se muestra adentro del área, pero que el silbante Ovrebo decidió sancionar por fuera. Sólo un minuto después, Abidal volvía a levantar la polémica al jalar a Didier Drogba en el área.
Hubo otra jugada en la que el defensa español y actual presidente de la Kings League InfoJobs, Gerard Piqué, metió la mano ante un autopase de Anelka quien pese a los reclamos no fue escuchado por el central.
Además de ello, Dani Alves frenaría a Belletti, sin posibilidades de disputar ya el balón, comenzando a enfurecer a los futbolistas del Chelsea. Sólo unos minutos bastaron para que un disparo de Ballack se estrellara en el brazo de Samuel Eto'o. En aquel momento, incluso el capitán alemán persiguió al silbante, quien hizo caso omiso.
Esto dejó un saldo de cinco posibles penales que no fueron sancionados, por otro lado, un gol conocido como el "iniestazo" terminó con las aspiraciones del club londinense. Con ello, el partido terminó con un solitario gol que a la postre significó la Champions para el Barcelona, pero una mancha negra en la historia del futbol que, a la fecha, será difícil de borrar.