Steaua de Bucarest, el campeón de Europa que avergonzó al Barcelona

Hace 35 años, un modesto equipo de Rumania sorprendió al mundo con la actuación de Helmuth Duckadam.

El Steaua ganó la Copa de Europa de 1986 ante el Barcelona (uefa.com)

El futbol tienen grandes historias que son dignas de contar y recordar, una de ellas la protagonizó hace 35 años un modesto equipo de Rumania, el logró avergonzar al Barcelona y coronarse como el Campeón de Europa en 1986.

Aquel partido disputado el 7 de mayo, sí, la misma fecha que se registró la remontada del Liverpool ante los culés en 2019, pero de otro año, los culés perdieron la Gran Final del torneo continental, que hoy conocemos como Champions League, de la forma más dramática posible ante el Steaua, equipo que llegó al encuentro con todo en su contra.

Dicho partido disputado en la cancha del Estadio Sánchez Pizjuán, en Sevilla, terminó con empate a cero goles tras los 120 minutos disputados, por lo que todo se decidió desde le manchón del área, en donde el guardameta rumano Helmuth Duckadam se convirtió en el héroe del Steaua, pues paró los cuatro penaltis del conjunto catalán.

Aquella tanda de penaltis fue lo más dramático posible, pues comenzó con una atajada de Urruti, la cual respondió de la misma forma el portero rumano que hasta ese entonces era un desconocido en el mundo del futbol.

La segunda ronda fue igual que la primera, y fue justo tras ese momento que comenzó la gran hazaña del Steaua, pues Duckadam detuvo los disparos desde los once pasos de Pichi Alonso y Marcos; mientras que Marius Lacatus y Gavril Balint no fallaron dejando así el marcador final en 2-0.

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La hazaña conseguida por el Steaua en 1986 no fue un golpe de surte para aquel equipo romano, pues este conjunto conquistó cinco títulos ligueros y cuatro Copas de Rumanía de forma consecutiva. También firmó un récord de 104 partidos de liga sin conocer la derrota desde 1984 y en 1988 llegó a las Semifinales de la Copa de Europa 1988 y un año más tarde a la Final, la cual perdió ante el Milan.

"Nosotros fuimos la generación dorada del futbol rumano. Ganamos títulos nacionales y dos títulos europeos (la Copa de Europa y la Supercopa de la UEFA 1986) - los más importantes - y tuvimos una continuidad al más alto nivel durante cinco años", mencionó el exfutbolista y estratega Victor Piturca en una nota publicada en el sitio web de la UEFA.


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