Club Muxes: la reivindicación gay convertida en equipo de futbol
Los muxes son una comunidad milenaria en Oaxaca que asume el rol del tercer género y desde 2018 un equipo de futbol en la CDMX reivindica su ideología.
La cultura zapoteca conlleva en su lengua la ausencia del género femenino o masculino porque una palabra es suficiente para denominar a toda una comunidad milenaria: muxe. Este término alude a la figura de un hombre que puede jugar roles femeninos, ideología que actualmente reivindica el Club Deportivo Muxe de la Tercera División profesional del futbol mexicano.
El logo del equipo es una rosa bordada al estilo tehuana y un balón, y el 90 por ciento de los integrantes del equipo son homosexuales, según relata Rodrigo Cervantes, director deportivo del club que enfrenta no solo rivales de su categoría sino también insultos homofóbicos.
"El equipo nace con esta idea de crear un espacio para las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) para que se puedan desenvolver futbolísticamente y profesionalmente en un espacio seguro, que ellos se sientan plenos y seguros de lo que son", explicó Cervantes a Mediotiempo.
La cultura muxe podría ser entendida como la homosexualidad plenamente institucionalizada. En épocas prehispánicas, los muxes se dedicaron a los textiles y el comercio, entre otras actividades y aunque hoy el club que lleva su nombre no tiene un muxe en sus filas, cuenta tanto con jugadores heterosexuales como homosexuales.
"Nosotros no somos muxes, solamente jugamos y representamos su causa, siempre con la bandera del arcoiris por delante y la ideología del club en alto”, dijo Mario Valero, integrante del equipo juvenil, una especie de “filial” que acompaña al proyecto de la categoría libre en Tercera División.
‘YA SE VAN LAS PRINCESAS’, LA HOMOFOBIA EN LOS RIVALES
El Club Deportivo Muxes juegan en el Estadio Deportivo Plutarco Elías Calles en Azcapotzalco, Ciudad de México. Fue creado en el 2018 y para el 2019 agregaron la mencionada categoría juvenil, con la ilusión de crear un equipo femenil en 2021.
"El acercamiento con la Federación fue primero a través de terceros, llegamos como un equipo más al registro en la Tercera División. Nos llevamos la sorpresa de que nos recibieron con brazos abiertos. No nos han prohibido absolutamente nada", agregó Cervantes.
Antes de reclutar a los jóvenes jugadores, la directiva se encargó de dar discursos de lo que se buscaba representar con este club y el respeto que promueve, según cuenta Pablo de la Rosa, el capitán de la plantilla.
"En la categoría libre el 90 por ciento son homosexuales y desde el principio sabíamos eso. De hecho, antes de firmar contratos hablan directamente con nosotros y concordamos que el respeto es lo primordial porque justo defendemos esa causa", destacó vía telefónica.
Sin embargo, los insultos por parte de los rivales no han faltado porque lamentablemente aseguran que “así es el futbol”, ante lo cual cuentan con un protocolo comprendido por todos los jugadores: no responder y mantenerse enfocados.
"Desde un principio sabíamos que nos dirían cosas e insultos, pero todos coincidimos que así es el futbol ", explicó De la Rosa.
Por su parte, Valero relató que algunos rivales les han dedicado varios insultos de “maricones”, como sucedió hace un par de años cuando en Cuarta División aún eran un equipo amateur.
"Un día acabamos un partido y entraron los otros equipos y me empezaron a decir ‘Ay, ya se van las princesas, ya se van los maricones’ y nostros pues no nos enganchamos porque te ves peor siguiendo el juego", mencionó.
UNA AFICIÓN ÚNICA QUE SUEÑA CON LLEGAR A PRIMERA
Valero destaca que la afición del equipo no es necesariamente gay en su mayoría, y que no por ello estos seguidores dejan de mostrar admiración por su causa antihomofóbica.
“Eso es lo que caracteriza a esa afición, que es única porque te arropa así. Si te caes, ellos quieren levantarte. Uno sabe que a eso (los insultos) te vas a enfrentar y no lo tomamos a mal, incluso lo tomas a broma. Ellos se ríen y tú igual. Es el ADN de la afición, del equipo", contó.
Los Muxes esperan estar en cuatro años en Segunda División, sin descartar el sueño de llegar algún día a Primera y así ser parte de la Liga MX, si bien hoy ya son parte formalmente de la Federación Mexicana de Futbol al pertenecer a la Tercera División.
"Tenemos la estructura, pero nos detiene el factor económico. Queremos crecer hacia arriba, hacia los lados y hacia abajo, que no sea un proyecto fugaz. Que nuestra ideología crezca, que más se unan”, añadió Cervantes.
“Pusimos cinco años –con este ya llevamos uno–, como límite para Segunda División. Soñamos con Primera División: es un sueño loco pero lo tenemos, imaginando un estadio lleno, con banderas arcoíris y que la comunidad LGBTIQ se sienta representada".