Michail Antonio: un histórico del West Ham que volvió a ser feliz en Jamaica
Durante cinco años la federación jamaicana lo buscó infructuosamente, hasta que en 2021 decidió vestir su playera, ya como una leyenda de los Hammers.
Casi 20 años después de que Jamaica asistiera por única ocasión a una Copa del Mundo –lo hizo en Francia 1998- la Federación de Futbol de ese país (JFF, por sus siglas en inglés) empezó a construir una nueva selección para intentar regresar a esa justa con una base de jóvenes que crecieron fuera de sus fronteras, ya fueran nativos o descendientes de migrantes.
La atención la puso en ligas de primer nivel como la Premier League o la Bundesliga, donde encontró nombres como Demarai Gray, Mason Holgate, Isaac Hayden, Andre Gray, Kemar Roofe, Ivan Toney, Liam Moore, Ethan Pinnock, Nathan Redmond o Leon Bailey, una tarea difícil y con limitados casos de éxito, entre ellos el de Michail Antonio, el goleador histórico del West Ham.
De ser salvavidas a jugar en West Ham
El de Antonio, un hijo de migrantes jamaicanos que nació en Londres en 1990, es uno de esos casos que a veces se dan en el balompié inglés; es decir, jóvenes que sorpresivamente encuentran una oportunidad y se convierten en estrellas, como le ocurrió a Jamie Vardy, un obrero se convirtió en la figura del Leicester campeón de 2016.
Después de que su madre rechazara un acercamiento del Tottenham al estar más preocupada por la educación de su hijo, a Michael le tocó primero cumplir con esa obligación y después, si quería ser alguien dentro del balompié, empezar desde muy abajo.
El Tooting & Mitcham United de la novena división inglesa fue su primer escalón, entre carencias que lo llevaron a trabajar como salvavidas de una alberca e incluso de animador de fiestas infantiles, labores de las que sólo se alejó conforme avanzó por el Reading, el Sheffield Wednesday, el Nottingham Forest o el West Ham, donde hoy permanece.
No es que fuera un superdotado por el que cualquier equipo apostaría e inclusive ni siquiera destacaba por hacer goles, porque los primeros años de su carrera la desarrolló como extremo o como lateral por ambas bandas. Simplemente lo hizo bien en Nottingham, donde logró la consolidación con 19 tantos en 54 juegos en dos temporadas, y después vino lo mejor.
El crecimiento que tuvo atrajo la atención del entrenador Slaven Bilic, quien lo pidió para los Hammers a un costo 7 millones de libras en septiembre de 2015, extrañamente sin que ningún otro club pensara en contar con él, pero con un buen precio que no afectaría sus arcas.
“No se podía ignorar su ritmo, energía y fuerza, la única pregunta era que tenía 25 años y ningún otro club de la Premier League hizo ningún movimiento. Éramos un poco escépticos. El precio por él era bueno y todos vimos algo en él”, dijo Bilic a The Athletic en febrero de 2021.
El camino a ser una leyenda
Junto a Bilic no lo hizo mal, tuvo una acertada participación en los dos años que estuvieron juntos, pero fue hasta que se reencontró con David Moyes en 2019 cuando por fin pudo ser un jugador trascendental y amado, ahora por el centro y al frente para hacer los goles que ningún ariete le había dado al club londinense.
“Un par de años antes usábamos a Marko Arnautović como delantero centro; Mick era un jugador abierto y lo movimos al delantero centro y lo hizo increíblemente. Entonces, cuando regresamos, miramos a Mick e hicimos lo mismo, y él floreció”, explicó Moyes a la UEFA en junio de 2023 tras coronarse campeón de la Conference League ante la Fiorentina.
“Es una referencia para nosotros en la delantera. Tiene potencia, tiene ritmo. Ha sido alguien muy importante para mí y, desde ese punto de vista, ha sido un excelente delantero centro y hemos disfrutado trabajando con él”, abundó.
Antonio, que suma ya 308 partidos con los Hammers, además de 82 goles y 40 asistencias, se convirtió en el goleador histórico de la institución en agosto de 2021 al superar las 47 anotaciones que hizo Paolo di Canio. Su contrato recién acabó y muy seguramente tomará un nuevo rumbo, que podría estar en Arabia o la MLS, como reportan en Inglaterra.
La selección de Jamaica lo hace feliz
A mediados de mayo pasado, Michael Antonio reconoció que los últimos años ha sufrido con su estado mental y que llegó a “odiar el futbol”, apatía que se acrecentó a partir de diciembre de 2022, cuando tramitaba el divorcio de su pareja. Extrañamente sólo se sentía a gusto cuando jugaba con la selección de Jamaica, a la que se integró a partir de marzo de 2021.
La Federación de Futbol de Jamaica inició el contacto desde 2016, pero durante cinco años sufrió el rechazo de un Antonio que apuntaba a jugar con la selección de Inglaterra, sueño que estuvo muy cerca de cumplir en tres ocasiones, cuando fue llamado por Sam Allardyce y después por Gareth Southgate.
Allardyce lo consideró ante Eslovaquia en juego clasificatorio y Southgate para los cruces frente a Malta y Eslovenia en 2016 sin que pudiera sumar un solo minuto. Tampoco pudo debutar en marzo de 2017 al lesionarse cuando había sido contemplado para un amistoso contra Alemania y otro clasificatorio contra Lituania.
Parte de una generación en la que empezaban a crecer Harry Kane y Marcus Rashford, supo que no había cupo para él, por lo que volteó a las Antillas, donde no sólo fue bienvenido, sino que pudo sacudirse un poco de esos malos días impulsado por hacer algo grande con una selección en la que cada triunfo importa mucho, como admitió a Sportmax en 2021.
“Mi mamá nació en Jamaica y mi papá nació en Jamaica. Fui a Jamaica todo el tiempo cuando era más joven. ¿Por qué no intentar ver si podemos llevar a Jamaica a una Copa del Mundo después de que no ha estado allí durante 20 años? No me arrepiento de nada, estoy disfrutando del futbol con ellos”, explicó la gran esperanza jamaicana.