Di María, el 'cagón chiquito y flaquito' que estuvo a punto de dejar el futbol

El jugador recibió el apoyo incondicional de su madre para seguir y cumplir su sueño en el futbol.

Di María casi deja el futbol y ahora puede presumir que ganó el Mundial. (Reuters)

Ángel Di María, campeón del mundo con Argentina en Qatar 2022 que fue humillado por su físico y sentenciado a elegir entre el futbol y una herencia laboral de su padre.

Con 34 años de edad, actualmente juega con la Juventus en Italia y puede presumir de una verdadera revancha personal tras una emotiva historia de vida en la que casi abandona el futbol.

En una entrevista personal y una carta sentimental con el medio argentino TyC Sports, el Fideo habló de su carrera en las canchas y los momentos críticos fuera de ella.

Con 15 años y un físico poco desarrollado, un técnico lo denigró delante de todos: "Sos un cagón, sos un desastre. Nunca vas a llegar a nada. Vas a ser un fracaso", le dijo por no saltar en un córner. Angelito no quería volver a jugar nunca más, pero se repuso y siguió adelante, hasta demostrar que ese hombre estaba equivocado.
"Así y todo, yo era muy chiquito y flaquito. A los 16, todavía no me habían promovido, y mi papá se empezó a preocupar. Una noche estábamos sentados en la cocina y me dijo: 'Tenés tres opciones: Podés trabajar conmigo. Podés terminar la escuela. O podés probar otro año más con el futbol. Pero si no funciona, vas a tener que venir a trabajar conmigo. No dije nada. Era una situación complicada, necesitábamos la plata. Pero ahí saltó mi mamá y dijo: 'Un año más en el futbol'. Eso fue en enero. En diciembre de ese año, en el último mes del plazo que nos habíamos puesto, debuté en Primera con Rosario Central", agregó Di María a la emotiva carta


"Mi sueño estuvo cerca de morir tantas veces. Pero mi papá siguió trabajando bajo el techo de chapa... mi mamá siguió pedaleando.... y yo seguí corriendo al vacío", cerró. Sin dudas, un premio para un pibe de 34 años que la sigue rompiendo, como aquel día en el que, con su gol, le dio la medalla de Oro a la Argentina en Beijing 2008.

La emotiva carta de Di María sobre su dura historia de vida

"Teníamos 9 ó 10 años, que es la edad perfecta para embolsar carbón, porque lo podés transformar en un juego", contó en la carta. Su padre trabajaba de eso, y recibía la ayuda de Fideo y su hermana. "Con eso comíamos, y de esa forma mi padre nos salvó de que nos sacaran la casa", es que Miguel, su padre, confió y puso su hogar como garantía para un negocio de un amigo, pero éste dejó de pagar y desapareció, por lo que "se encontró ahogado teniendo que pagar por dos casas y encima tener que alimentar a nuestra familia".
"Por eso, yo al futbol le debo todo". ¿Y cómo comenzó en el deporte? Su madre, Diana, se estaba volviendo loca con su hijo hiperactivo, "no paraba de correr", y un pediatra le recomendó que hiciera futbol. Al tiempo de romperla en su club de barrio, comenzó a ir a las Inferiores de Rosario Central. El predio quedaba a nueve kilómetros de su casa, y como no tenían auto, la madre pedaleaba con su bicicleta todos los días para llevar a Ángel al entrenamiento.
"Imaginen esto: una mujer andando en bicicleta por todo Rosario, con un pibe atrás y una nenita adelante, más un bolso deportivo, con mis botines y algo de comer, en el canasto de adelante. En subida. En bajada. Pasando por los barrios más difíciles. Bajo la lluvia. En el frío. De noche. No importaba. Mi mamá solo seguía pedaleando", contó Fideo.


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