Estados Unidos 1994: Brasil, el primer tetracampeón del mundo
Después de cinco Mundiales de sequía, la Canarinha apareció en la justa norteamericana para deslumbrar de la mano de Bebeto y Romario.
El adiós de Pelé tras lograr el tricampeonato del mundo en México 1970 fue una dura sacudida para la selección de Brasil, la cual, a pesar de tener grandes jugadores cada cuatro años, no logró alcanzar el objetivo de coronarse durante cinco Mundiales, en los cuales lo mejor que hizo fue llegar al tercer puesto en Argentina 1978.
Ante esa sequía, la presión empezaba a ahogar al representativo, lo que llevaría a que los meses previos a Estados Unidos 1994 fueran casi insufribles, máxime el mediano nivel que había demostrado durante la eliminatoria, la cual solo sorteó hasta la última jornada y gracias a un doblete de Romario que evitó un nuevo “Maracanazo” ante Uruguay.
El camino de Brasil al título
Sin los focos de otras ocasiones y con más dudas que optimismo debido a la manera como jugó la eliminatoria y algunos partidos amistosos previos, la Canarinha se presentó en territorio estadounidense sin el favoritismo de antaño, aunque las bondades de su grupo le ayudaron a tomar impulso para gestar una gran participación.
Una victoria de 2-0 sobre Rusia en un partido que controló sin contratiempos ayudó a que los dirigidos por Carlos Alberto Parreira encaminaran una digerible primera fase, en la cual también vencerían 3-0 a Camerún para enfrentarse a Suecia en un tercer partido sin presión, por lo que apenas empataron 1-1 para así quedarse con el primer puesto con siete puntos.
Las complicaciones empezarían solo a partir de los Octavos de Final, en donde se encontraron con Estados Unidos, país al que enfrentó el 4 de julio, justo el día que celebran su independencia, por lo que la motivación estaba de su lado.
Por si faltara algo, Leonardo sería expulsado al minuto 43 por un codazo que propinó a Tab Ramos, y ahí lo único que los sacó adelante fue la enorme calidad de la dupla Romario-Bebeto, quienes se combinaron para marcar un único tanto –obra del segundo– que los pondría en Cuartos de Final.
Ahí el reto sería Holanda, aunque tras la forma como avanzó llegó fortalecido para brindar su mejor actuación y obtener un categórico 2-0, de nuevo gracias al ingenio de su poderosa dupla de artilleros, que marcó un gol cada uno para llevarlo a Semifinales.
Suecia volvería a ser rival de la Verdeamarelha, pero en esta ocasión, ya encarrilada y obligada al triunfo, la selección sudamericana controlaría todo el encuentro, aunque solo le alcanzó para ganar 1-0, de nuevo gracias a Romario, y tras múltiples fallas de cara al arco rival.
En la Final sería Italia su rival, lo que serviría para reeditar el duelo por el título de 1970. Sin embargo, a diferencia de esa ocasión, esta vez sería un partido cerrado y de escasas opciones que se alargó hasta los penales, en donde Franco Baresi, Daniele Massaro y Roberto Baggio fallarían sus cobros para que quedara 3-2 el marcador, el que llevó a Brasil a convertirse en el primer tetracampeón del mundo.
Los campeones
Claudio Taffarel, Jorginho, Ricardo Rocha, Ronaldao, Mauro Silva, Branco, Bebeto, Dunga, Zinho, Raí, Romario, Zetti, Aldair, Cafú, Marcio Santos, Leonardo, Mazinho, Paulo Sergio, Müller, Ronaldo, Viola y Gilmar Rinaldi. DT: Carlos Alberto Parreira.