México 1986: El Mundial que Maradona ganó prácticamente solo

El Estadio Azteca vio la coronación de otro de los gigantes de la historia del futbol mundial, un 10 que a partir de entonces se colocó entre las máximas leyendas.

Diego Armando Maradona (MexSport).

México fue el primer país en recibir dos Copas del Mundo después de que Colombia declinara organizar la edición de 1986 y dicha decisión acabaría por ser acertada para la FIFA, ya que no solo se aprovechó la experiencia adquirida en 1970 y la infraestructura que quedó, sino que se pudo ver un torneo de alto nivel en el que Maradona consolidaría su mítica figura.

Fue el Mundial del Diego, sin más. En las canchas mexicanas, el entonces jugador del Napoli regaló una de las actuaciones más sobresalientes a nivel individual en la historia del torneo, la cual llevarían a Argentina a vivir su alegría más grande dentro del futbol, inclusive más que lo hecho en 1978, donde también se alzaron campeones.

El camino de Argentina al título

Fue una campaña impecable para la Albiceleste, una selección que a lo largo del certamen sumó seis triunfos y un solo empate, pero que hasta antes de la realización era una interrogante, ya que a pesar de que contaba con Maradona no podía presumir una plantilla de alta calidad en cada línea.

Argentina se sostenía por el "10", pero igual por el ingenio de Carlos Bilardo, un estratega de esos inolvidables que supo aprovechar al máximo las herramientas con las que contaba, siendo una gran evidencia lo que sucedió en la primera fase, en la cual vencieron 3-1 a Corea del Sur, empataron 1-1 con Italia y superaron 2-0 a Bulgaria, con Jorge Valdano y Jorge Burruchaga como principales artífices de esos resultados.

Lo mismo pasó en Octavos de Final, en donde Uruguay frenó a Diego a base de faltas y con una marca cerradita, por lo que tuvieron que combinarse Valdano y Burruchaga para crear la única jugada clara, la cual fue definida por Pedro Pasculi para el 1-0.


El mejor Diego apareció en el Azteca

Tras disputar dos partidos en el Estadio Cuauhtémoc y un par más en el Olímpico Universitario, Argentina se encontró con Inglaterra en unos Cuartos de Final permeados por la derrota que había sufrido el país sudamericano ante los británicos en la llamada Guerra de las Malvinas de 1982.

El Estadio Azteca arropó a Maradona e hizo que explotara toda su calidad para comandar a su selección no solo a un triunfo reconfortante ante el invasor europeo, sino para llevarlo a un título lleno de brillo de 2-1.

Ante los ingleses fue el partido más grande de su vida, regalando pasajes que se quedaron tatuados en la Copa del Mundo, pero que igual demostrarían sus ángeles y demonios: por un lado fue un tipo abrazado a la polémica y por el otro fue un genio apabullante.

Primera escena para enmarcar: corría el minuto 51 cuando el número 10 se metió dentro del área para competir por un balón que lucía intrascendente, ya que desde la banda derecha le habían mandado un mal centro que el portero Shilton podía atajar sin mayor problema.

Maradona (que apenas medía 1.68) fue a buscar el balón, saltó lo más que pudo y extrañamente desvió el balón, a pesar de la estatura de su oponente, para mandarlo a las redes. Sin dar tiempo a que el árbitro tunecino Ali Bennaceur reaccionara, se echó a correr para celebrar un gol que no sería anulado, a pesar de que hubo una falta previa. “Usé la cabeza y la mano de Dios”, diría años después el genio argentino.

Segunda escena: cuatro minutos después de abrir el marcador, el jugador del Napoli tomó el cuero en la mitad del campo y comenzó a driblar a cuanto inglés se le cruzó en el camino. Bailó a la marca inglesa hasta plantarse ante el portero inglés para quitárselo con una finta y después anotar. Fue uno de los goles más bonitos de la historia del futbol, no solo del certamen.

Lavado, en parte, el orgullo argentino, la Semifinal sería ante Bélgica, representativo al que superaría por 2-0 gracias a un par de chispazos de Diego con 12 minutos de diferencia entre uno y otro: En el primero, al minuto 51, definió con una vaselina de zurda, mientras que en el segundo desparramó cuatro jugadores belgas hasta cruzar al portero Pfaff en otro gran gol.

La Final contra Alemania

Instalados ya en el duelo por el título, los argentinos sufrieron la histórica resistencia alemana, ya que a pesar de que se fueron 2-0 adelante con goles de José Luis Brown y Valdano acabarían siendo igualados en el tiempo regular en una reacción comandada por Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler.

Maradona fue muy bien marcado y tuvo pocas ocasiones en ataque, sin embargo, un descuido del equipo alemán al minuto 83 bastó para que encaminara el título, ya que se las ingenió para asistir desde la luna del centro del campo a Burruchaga, quien se enfiló solo al arco alemán para poner el 3-2 final que coronaría por segunda vez a Argentina como campeón del mundo.

Los campeones

Sergio Almirón, Sergio Batista, Ricardo Bochini, Claudio Borghi, José Luis Brown, Daniel Pasarella, Jorge Burruchaga, Néstor Clausen, José Luis Cuciuffo, Diego Maradona, Jorge Valdano, Héctor Enrique, Oscar Garré, Ricardo Giusti, Luis Islas, Julio Olarticoechea, Pedro Pasculli, Nery Pumpido, Óscar Ruggeri, Carlos Tapia, Marcelo Trobbiani, Héctor Zelada. DT: Carlos Bilardo.


Argentina-México, el juego más visto en la historia de EE.UU., para un programa en español

  • Eduardo Domínguez
  • Reportero-redactor. Egresado UNAM. Llegué a Mediotiempo en 2019.
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