Así fue la idílica la relación entre Guadalajara y el Brasil de Pelé en México 70

Antes de llegar a Guadalajara, la Verde-amarela entrenó en Guanajuato

Pelé fue bien recibido en Guadalajara, ciudad a la que le profesa cariño. Foto: Fototeca Milenio.

La Copa del Mundo en 1970 fue solo el inicio de un gran amor entre la Selección de Brasil y Guadalajara, sede que fue prácticamente su casa en la primera fiesta del futbol organizada por México.

Aunque estaban muy lejos de su país, los dirigidos por Mario Zagallo fueron locales en la Perla Tapatía, a pesar de que también ahí se concentraron otras selecciones como Rumania, Checoslovaquia e Inglaterra. Pero los sudamericanos no soltaron el Estadio Jalisco como su sede hasta que tuvieron que irse al Estadio Azteca a jugar la Final.

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ASÍ FUE LA ESTADÍA DE BRASIL EN GUADALAJARA​

Brasil escogió como sede de su concentración las Suites Caribe, hoy llamado Guadalajara Plaza y ubicado en la Avenida López Mateos. Ahí, un Pelé tranquilo aprovechaba las tardes sin partidos para tocar la guitarra a la orilla de la alberca, mientras los brasileños se dejaban querer por la afición tapatía.

Pero Guadalajara no fue la primera parada de Brasil en México 70. Primero llegaron a Guanajuato, ahí trabajaron en el campo Nieto Piña, para después trasladarse a la capital de Jalisco.

Antes de comenzar la Copa del Mundo, los sudamericanos inauguraron la Plaza Brasil en la Calzada Independencia, justo entre el Estadio Jalisco y la Plaza de Toros Nuevo Progreso.

Siempre los tapatíos trataron de convertir a Guadalajara en alguna ciudad brasileña con cierres espontáneos en las calles y hasta la entrega de la Medalla al Mérito Deportivo tanto a Pelé como a Bobby Charlton, jugador inglés.

Para entrenar, aunque el Comité Organizador les tenía otra cancha, Brasil tomó al Club Providencia como su sede, debido a que llegaron directivos del club y los sudamericanos les acompañaron a este complejo y no lo soltaron.

“Parece que los secuestramos, pero ellos se suben de buena voluntad a nuestro carro, pensando que nosotros éramos la delegación de bienvenida para el Mundial de México 70, en esa época había pocas canchas empastadas en Guadalajara y luego luego, se convencieron del Club Providencia”, recordó para El Excelsior, Samuel Rodríguez, socio fundador del Club Providencia.

“Cuando vamos a la junta general donde estaban los presidentes del Atlas, del Oro, del Guadalajara, la gente de Brasil les dice que se quedan en el Providencia. Atlas quería quedarse a Brasil, porque Felipe Zetter era el presidente del Atlas y estaba en la Federación Mexicana de Futbol, él quería quedarse con Brasil y que se quedan con Inglaterra. Chivas se queda con Checoslovaquia”.

En Guadalajara, Brasil goleó 4-1 a Checoslovaquia, venció 1-0 a Inglaterra y 3-2 a Rumanía. Posteriormente le metieron 4-2 a Perú y 3-1 a Uruguay. En el último partido, ya en el Estadio Azteca golearon 4-1 a Italia para quedarse con el título de México 70.

PELÉ CHOCÓ EN LAS SUITES CARIBE

Edson Arantes do Nascimento no pudo sentirse mejor en Guadalajara, pues además de tener la ciudad a sus pies ahí se reencontró con un gran amigo, su compatriota Ney Blanco de Olveira, quien vivía en la Perla Tapatía.

La amistad entre Ney y Pelé se dio en el Santos de Brasil y después De Oliveira fue representante del astro brasileño. Una de las anécdotas marcan que antes de enfrentar a Inglaterra, Pelé le pidió su Ford Falcon 1969 para salir en la noche.

A su regreso y producto de su miopía, Pelé golpeó el automóvil con un muro en el que había unos arcos pintados en las Suites Caribe, recordó en una columna el periodista Rafael Ramos.

DOS MURALES, EL LEGADO BRASILEÑO

Durante su estancia en Guadalajara, Brasil se dejó querer y dejó dos grandes recuerdos, un par de murales de los cuales solamente queda uno.

El primero en la habitación 154 de las Suites Caribe, pero este se perdió en la remodelación del hotel, mientras que el segundo se mantiene en el Club Providencia y es obra de José María de Servín, que incluso está autografiado por Pelé.

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