Rusia 2018: ‘Les Bleus’ le pusieron ritmo al Mundial con su segundo título

Una nueva potencia en el balompié se consolidó en territorios rusos, igual marcada por su multiculturalidad como lo fue en 1998.

Francia, campeón del mundo de 2018. (Foto: Mexsport)

Cuando la euforia desatada por el título de Francia 1998 comenzaba a difuminarse, una nueva selección bleu aparecería para revivir ese discurso de unión con una plantilla multicultural, pero también para confirmarse como una nueva superpotencia futbolística.

De los 23 jugadores que presentó en la Copa del Mundo de Rusia 2018, 13 tenían ascendencia africana, entre ellos un joven de 19 años de nombre Kylian Mbappé, el llamado a ser la nueva estrella que inspire a pequeños a lo largo del mundo una vez que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo decidan alejarse de los campos.

"Siempre se han dado este tipo de situaciones en la Selección Francesa. No solo en futbol, en muchos deportes. Pero ellos son franceses y están muy orgullosos de serlo. Eso sí, por sus orígenes, sus infancias, su familia... tienen una cierta proximidad con sus países de origen y sienten orgullo de representar también a estas naciones en una final de la Copa del Mundo", diría el técnico Didier Deschamps.


Así fue el camino de Francia

Deschamps, un genio que solo sabe ganar en todo lo que se le presente, permeó su espíritu triunfador a una selección que tomó desde mediados de 2012 y que aparentaba haber alcanzado su pico en 2018, aunque con lo hecho en Qatar dejó patente que su proceso todavía puede dar más.

Sin titubeos ni temor a ese favoritismo que se ganó tras el subcampeonato en la Eurocopa 2016 –fueron segundos al caer ante Portugal-, los galos demostraron su músculo desde la primera fase de Rusia 2018, en la que bien pudieron finalizar con tres triunfos si no hubieran bajado sus revoluciones en el tercer encuentro.

A Australia le ganaron por 2-1 en su presentación en la que apenas regalaron esbozos de su calidad, mientras que en su segundo juego superaron 1-0 a Perú para así amarrar su boleto a la siguiente ronda. Ya en el tercero pelotearon ante Dinamarca para un 0-0 infumable.

Lo mejor de Francia empezó a aparecer en los Octavos de Final, en donde Mbappé se echó el equipo al hombro con dos goles para eliminar a la Argentina de Lionel Messi con un categórico 4-3 que distó de reflejar lo que se vio en el campo, ya que los europeos fueron sumamente superiores en todo.


En Cuartos le tocaría nuevamente un representativo sudamericano, esta vez Uruguay, de nuevo para evidenciar su superioridad en la justa, ya que venció 2-0 sin siquiera lucir a su máximo nivel o exigencia.

Se puede decir que lo más serio fue en la Semifinal, en donde la generación dorada de Bélgica le trazó un crucigrama que resolvió con un solo tanto (1-0) para así volver a una Final después de 20 años, ahora ante la sorpresiva Croacia.

En ese partido toda la calidad francesa quedó expuesta para tejer su segunda estrella en el pecho, ya que nunca se vio siquiera que los croatas los hicieran tambalearse. El 4-2 sería una muestra fiel de lo que se vio en el terreno de juego, en el que se confirmaría a Francia el mejor equipo del mundo, algo a lo que se ha acostumbrado.


Los campeones

Hugo Lloris, Benjamin Pavard, Presnel Kimpembe, Raphael Varane, Samuel Umtiti, Paul Pogba, Antoine Griezmann, Thomas Lemar, Olivier Giroud, Kylian Mbappé, Ousmane Dembélé, Corentin Tolisso, N’Golo Kanté, Blaise Matuidi, Steven N’Zonzi, Steve Mandanda, Adil Rami, Nabil Fekir, Djibril Sibidé, Florian Thauvin, Lucas Hernández, Benjamin Mendy y Alphonse Areola. DT: Didier Deschamps.


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