Míchel se expresa sobre la injusta expulsión del joven Jesús Rivas
Pumas durmió este miércoles en la Comarca Lagunera, para viajar el jueves hacia la capital del país.
El estratega de los Pumas, Míchel González, no quiso hablar de los árbitros después de la polémica que se generó durante el primer tiempo de los octavos de final de la Copa MX, donde el silbante central echó a Jesús Rivas por una supuesta mano dentro del área, sin embargo, Rivas no cometió tal, sino que fue Martín Barragán, a quien no sancionó.
“Jamás hablo de los árbitros y si hablo hablar bien, siempre repito, ser arbitro es más difícil que ser entrenador, ser arbitro es muy difícil, desde que estoy en el futbol mexicano, no recuerdo haber tenido algún problema con algún arbitro, no he sido amonestado, la labor arbitral siempre es buena, más allá de aciertos y errores, yo a veces me equivoco y no lo hago de manera voluntaria”, dijo.
Lo que sí hizo, fue explicar que escuchó al cuarto árbitro decir que había sido el número 241, sin embargo, ningún elemento de su plantilla portaba ese dorsal.
“Yo desde donde estaba, no sabía si había sido penalti, lo que sí escuchaba era al cuarto árbitro decir que había sido el 241, nosotros no tenemos 241 en el campo, entonces hubo mucha confusión en ese momento, el penalti es indudable y aunque no lo hubiera sido, lo hubiésemos tenido que aceptar, pero nos ha creado un conflicto a nivel competitivo porque teníamos que sumar los 180 minutos, todo eso ha contribuido un poco al desajuste de líneas, tenemos jugadores muy jóvenes y eso no nos ha beneficiado, creo que la noticia buena son esos dos goles y que la eliminatoria está viva para nosotros”, finalizó.