El ‘barrista’ que une al cruzazulino Cabecita Rodríguez y al madridista Fede Valverde

Uruguayos, formados en Peñarol y además amigos de un curioso representante. El cruzazulino Jonathan Rodríguez y el madridista Fede Valverde comparten un origen común que este fin de semana se volvió más relevante por sus respectivos éxitos.

El jugador de Cruz Azul marcó este viernes un doblete que lo dejó como líder de goleo del Clausura 2020 con la Máquina, club al que de paso puso en el superliderato. Por su parte, Valverde fue elegido el Jugador Más Valioso del Clásico español que dejó al Real Madrid en la cima de LaLiga al rebasar al Barcelona.

Y la historia que los une lleva un nombre: Edgardo Lasalvia, un exbarrista de Peñarol que asustado por la violencia se alejó de las grescas y sin querer se convirtió en representante de jugadores.

Por su cercanía con los futbolistas, primero fue consejero del Cabecita en un momento vital para la carrera del goleador cementero. Por su ayuda, el delantero le pidió que fuera su intermediario y gracias a ello supo del potencial de Valverde desde que este tenía 9 años de edad.

Pero la relación entre ellos no ha sido solo de representante-representado sino de verdadera amistad, al grado de que Lasalvia lleva tatuados a estos dos jugadores en la pantorrilla derecha en momentos donde hacían el mismo gesto rasgándose los ojos para dedicarle goles al “Chino”, como apodan a Lasalvia.

Entre los dos futbolistas también es fuerte la amistad y por eso Valverde acudió a la boda del Cabecita en junio del 2019, cuando le dedicó una felicitación en redes sociales refiriéndose al jugador de Cruz Azul como su “compadre”, unos días antes de que ambos disputaran la Copa América en Brasil.

EL FESTEJO QUE CONFUNDIERON CON RACISMO

Mundialista Sub 20 en 2017, Valverde celebró el gol que se convirtió en la estampa tatuada en la pantorrilla de Lasalvia. Este último estaba en Corea pero debió volver a Uruguay para arreglar trámites de su hija y le prometió a Valverde que regresaría al Mundial si pasaban a Semifinales.

Valverde le marcó a Portugal y realizó el festejo que se pensó era racista contra los coreanos cuando en realidad estaba lleno de cariño hacia el “Chino”, lo que el hoy madridista luego aclaró y que emocionó a Lasalvia como pocas cosas.

“Mi hija Valentina cumplía 15 y se iba de viaje a Disney, pero hubo algo mal en un documento para la visa a Estados Unidos y me tuve que venir de Corea. Tenía que solucionar el tema. Le prometí a Fede que si pasábamos de Fase, volvía. ‘Si te venís yo te dedico el gol’, me dijo”, contó Lasalvia al semanario Búsqueda en 2017.

“Y así fue. Yo salté de la cama (con el gol y el festejo). Desperté a mi señora para que lo viera. A los 10 minutos me explotaba el teléfono. Yo estaba con una emoción que ya ni me acuerdo con toda la gente que hablé. Lo que sé es que después llamé a la agencia de viajes y reservé el pasaje para Corea”.

¿POR QUÉ CABECITA CELEBRA IGUAL?

Con 7 goles este torneo en Liga MX y después de un exitoso paso con Santos, Rodríguez hoy es material de exportación por su también etiqueta de seleccionado charrúa. Sin embargo, en 2013 estuvo a nada de darse por vencido cuando el entrenador de Peñarol lo mandó de regreso a Tercera División. A partir de ello buscó consejos en Lasalvia.

“Pasábamos tres o cuatro horas juntos por día, comíamos juntos, hablábamos de un montón de cosas”, contó Lasalvia al diario 180 en 2013. “El mérito total de cambiar lo que estaba viviendo fue de él porque fue él quien pidió ayuda. Mi tarea fue hablarle para que abriera los ojos y se diera cuenta dónde estaba y la chance que tenía”.

Gracias a ello, Rodríguez, de 26 años de edad, 5 más que Valverde, puede contar una historia similar a la del madridista, ambos después de vivir uno de los fines de semana de mayor consolidación en sus carreras.