Hungría, la potencia futbolística que se perdió en el tiempo
El selectivo húngaro pretende regresar al protagonismo que alguna vez tuvo; la Euro de 2024, su primer paso.

De acuerdo con la Federación Internacional de Historia y Estadística de Futbol, Puskás es el máximo goleador en el siglo XX, y uno de los mejores jugadores de la historia. Su palmarés individual es impresionante, pero no logró todo solo. El subcampeón del mundo lo hizo rodeado por una generación dorada que convertiría a Hungría en una potencia que se diluiría con el tiempo.
La primera Final del Mundial 1938
Tiempos completamente diferentes a los de hoy en día. Tras una larga etapa de inestabilidad política, el entonces denominado Reino de Hungría —que no tenía rey sino regente— era dominado por un bloque conservador, que perduraría hasta 1946.
Hungría tenía su segunda participación en un Mundial, específicamente el tercero de la historia, el cual es mejor conocido como Francia 1938. Aún sin tener una noción de lo que representaría, los entrenadores Karoly Dietz y Alfred Schaffer pudieron haber grabado en oro el nombre de Hungría como campeón del mundo, pero se toparían en la Final con una Italia que se convertiría en Bicampeona, gracias al impulso del dictador Benito Mussolini.
¿Quién diría que sólo ocho naciones serían las que se pueden jactar de haber sido campeonas del deporte más popular en el orbe? ¿Hungría se percibiría como una potencia histórica de haber logrado la hazaña y hubiera mantenido un mayor nivel? Quizás nunca lo sepamos.
La Hungría de los 50
Las cosas cambiaron en el país, como en toda Europa, luego de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, las próximas dos Copas del Mundo no fueron disputadas, y luego de pasar por un Estado fascista y una segunda República, llegó el socialismo y la invasión soviética, la cual se quedaría por un largo rato.
En 1950, Uruguay ganó su segundo Mundial, pero Hungría no participó; sin embargo, la vida les regalaría una nueva historia para contar en Suiza 1954: su segundo subcampeonato.
Pero éste fue diferente, pues no quedó en el olvido como el primero, algo no extraño ante lo fácil que es recordar al vencedor y lo difícil que es con el vencido.
Este sería considerado como uno de los mejores equipos de la historia por la UEFA, y tendría como principal exponente a un joven llamado Franc Puskás, un nombre que es complicado no haber escuchado en la actualidad, al tener el nombre de un gran estadio y un premio en su honor.
La segunda época dorada de Hungría llegaría de la mano de Gusztáv Sebes, quien decidió apostar por jóvenes talentos. Entre junio de 1950 y febrero de 1956, la Selección de los húngaros sufrieron únicamente una derrota en 50 partidos: la Final de Suiza ante la República Federal de Alemania.
Esa Hungría era tan poderosa a la ofensiva que marcó en 73 partidos consecutivos, un récord mundial conseguido gracias a las grandes capacidades de Ferenc Puskás, Nándor Hidegkuti y Kocsis.
En 1953, ganaron 3-6 a Inglaterra, siendo el primer equipo de fuera de las Islas Británicas en lograr vencer a los inventores del deporte en su propia casa, específicamente en el mítico Estadio Wembley.
Con el innovador sistema de juego 2-3-3-2, lograrían lo que el propio Puskás definió a la distancia como los primeros indicios del ‘Futbol Total’ que haría famosa a Holanda, otra nación que nunca ha ajusticiado sus grandes épocas en el futbol.
Ya en el Mundial, Suiza 1954, golearon a Corea del Sur y también a Alemania Federal, sin saber que tendrían una venganza. En Cuartos de Final, despacharon a Brasil y en semifinales a Uruguay; vencer a Alemania parecía algo que ya sabían hacer, pero no sabrían que los germanos se harían con su primer título aquella tarde del 4 de julio.
Sin embargo, y como todo en esta vida, se tuvo que terminar la generación dorada de la Hungría más recordada de la historia, dejando atrás a la que, sin saberlo, sería la última oportunidad en que los húngaros estarían a nada de poder presumir que son los campeones del deporte más popular del mundo.
La aventura en la Euro
De las cinco participaciones de Hungría en la Eurocopa, la más importante fue en la segunda edición de ésta: 1964. Era una competencia diferente: se comenzó a disputar desde 1962 con una larga eliminatoria a partido de ida y vuelta, y únicamente la fase final se concentraría con partidos a eliminación directa a un solo partido y en una sede: España, la eventual campeona.
En esa larga clasificación, Hungría superó a Gales, Alemania Democrática y Francia. Ya en la Eurocopa, el local lo venció, y se tendrían que conformar con el tercer lugar, que ganaron ante Dinamarca.
En el 72, los húngaros regresarían a la fase final de la Eurocopa, pero la historia se repitió: cayeron ante la Unión Soviética y tuvieron que pelear por el tercer lugar, el cual finalmente fue para Bélgica.
¿Y después qué pasó con Hungría?
De este modo, no compiten en la Copa Mundial de la FIFA desde México 1986, cuatro años después de propinar una de las goleadas más escandalosas en la historia de los Mundiales (10-1) al combinado salvadoreño en España 82.
Ahora, su presente descansa en las piernas de jugadores como Dominik Szoboszla, Willi Orbán, y en jóvenes prospectos como Milos Kerkez; sin embargo, nada vislumbra una nueva generación dorada para los húngaros.
Redactor de MT desde 2024. Comunicólogo por la UNAM. Amor por el deporte, además de los videojuegos, la música y los gatos.
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