Lejos del ‘glamour’, exprofesionales ‘talachean’ en una excéntrica Liga de Oaxaca

El Tito Villa, Julio César Pinheiro o el Pony Ruiz son algunos de los que han participado en una peculiar Liga a 30 kilómetros de la capital de Oaxaca.

A 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, en una localidad de apenas 5 mil habitantes dentro del municipio de Tlacochahuaya se levanta el moderno Estadio Independiente.

Alrededor el terreno es semiárido y rocoso, lo cual contrasta con el inmueble que cuenta hasta con palcos y vestidores, y que se ha convertido en una de las dos sedes de la Liga de Veteranos, un excéntrico circuito al que han acudido profesionales como Emmanuel Villa, el Pony Ruiz y Julio César Pinheiro.


Algunos han ido ocasionalmente y otros son asiduos. Pinheiro es uno de estos últimos. Residente en Monterrey, cada viernes viaja a Oaxaca financiado por la empresa MRCI (Manejo de Recursos y Controles Inteligentes), cuyo dueño es un personaje de nombre José Antonio Pérez Ramos, quien construyó el estadio en 2018.

Esta empresa también es dueña de los Chapulineros de Oaxaca, cuya sede es el mismo estadio y club que tiene equipos juveniles y dos profesionales: uno en la Liga Premier y otro en la Tercera División, ambos avalados por la Federación Mexicana de Futbol, además del plantel de veteranos que cuenta con estelares que pasaron por la Primera División mexicana.

“El futbol no se acaba. Yo estoy agradecido con la gente de Oaxaca, de la empresa que nos echa la mano trayéndonos cada fin de semana. Yo siempre estuve con la gente de leyendas de Cruz Azul, con Víctor Gutiérrez, y él me platicó de la posibilidad de venir y yo vine y me gustó mucho. Juegas en medio de la nada, pero hay canchas que ni condición tienen para jugar”, relató Pinheiro a Mediotiempo.


El brasileño que jugó para Cruz Azul, Monterrey y Pumas entre 2001 y 2006 volvió a Brasil tras retirarse y estableció una constructora que quebró. Así decidió regresar a México con una importadora de madera en Monterrey.

De ahí que lo conectaron para jugar en los “Tigres Dorados de MRCI”, donde dobletea porque participa en la Liga Premier de Futbol de Veteranos y la Liga de Veteranos de Tlalcochahuaya.

Para la primera a veces juega en distintos poblados alrededor de la capital oaxaqueña, ya sea en canchas de tierra o sintéticas, y en ocasiones en lugares peculiares como la sede del Deportivo Zautla, ubicada entre un campo de siembra y un terreno abierto con una casa en obra negra que se colorea con el logo del club en una de sus bardas.

Por las tardes se desplazan a Tlacochahuaya, donde juegan en el Estadio Independiente o la Alfombra Verde. Esta es una cancha aledaña más modesta que de todos modos tiene gradas, alumbrado y también palco televisivo, como en el Independiente.


Ahí han llegado también otros exprofesionales como José Juan Hernández, el mencionado Víctor “Vitola” Gutiérrez, Allam Bello y Juan Carlos “More” Mosqueda, este último quien jugó para el América.


Aunque sus participantes se niegan a revelar cuánto cobran por partido, algunos personajes del club calculan que los montos son de alrededor de 10 mil pesos por juego, más los gastos de viaje.

Aun con esas comodidades, la experiencia le resulta a Pinheiro nostálgica porque recuerda sus inicios en el futbol, cuando jugaba en las calles de su natal Itapeva, Sao Paulo.

Yo empecé en canchas muy difíciles, descalzo, sin zapatos y así jugaba futbol, entonces nada más estamos regresando a donde empezamos, en la nada”.

O más bien, en medio de la nada, “talacheando”, como se le conoce a la actividad de jugar y cobrar en el futbol amateur.




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